París, 19 abr.- Francia colocó hoy sin problemas 10.493 millones de euros de títulos de deuda para los que tuvo una fuerte demanda y, a pesar del ligero repunte de tipos en una de las líneas de subasta, el coste de financiación se situó en niveles históricamente bajos.
El coste medio de financiación de la deuda francesa era hoy del 2,27 %, por debajo del 2,30 % del pasado 5 de abril y notablemente inferior al 2,80 % de media en 2011, destacó la Agencia Francia Tesoro (AFT).
Un portavoz de AFT señaló que, de mantenerse las cifras que se han registrado desde principios de año, ese coste sería inferior al de 2010, que con un 2,53 % ha sido hasta ahora el mínimo desde que se creó el euro.
En la subasta de hoy, el único elemento relativamente negativo fue la leve subida del interés en la adjudicación de una línea de bonos con vencimiento en febrero de 2017, en concreto un 1,83 % en lugar del 1,78 % que fue el fijado en la última emisión equivalente de este tipo de títulos, el pasado 15 de marzo.
La demanda para esos bonos, de los que se atribuyeron por valor de 2.698 millones de euros, fue de 7.270 millones, es decir una cantidad 2,69 veces mayor.
La demanda triplicó los 1.730 millones de euros de obligaciones a tres años, para los que la AFT habrá de abonar un interés del 1,06 %, mucho menos de la mitad del 2,68 %, que había sido el tipo de la anterior subasta de ese mismo modelo de títulos en abril de 2011.
El Tesoro francés también lanzó dos nuevas líneas, una de bonos reembolsables en septiembre de 2014 al 0,85 % de interés de los que se subastaron finalmente 3.545 millones de euros, cuando los inversores habían pedido un volumen 2,29 veces más.
La segunda fue de obligaciones indexadas sobre la inflación de la zona euro con vencimiento en julio de 2018, que tendrán una rentabilidad del 0,54 %.
De estas últimas se adjudicaron 2.520 millones de euros, frente a una demanda de 4.185 millones de euros.
Aunque una de las tres grandes agencias de calificación, Standard and Poor's (S&P) retiró a Francia la "triple A", la máxima nota crediticia el pasado 13 de enero, el gobierno galo ha visto cómo desde entonces bajaba el coste de financiación de su deuda.
Las incertidumbres por la campaña electoral para los comicios presidenciales y legislativos, que se desarrollan estas próximas semanas, no ha alterado por ahora esa evolución.
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