Grecia despide 2014 con crecimiento pero sin que la economía real despegue

Remei Calabuig

Atenas, 9 dic.- Grecia cierra 2014 como el primer año en que ha registrado crecimiento tras seis de recesión, un dato positivo que obedece a la buena evolución del turismo y a una nueva metodología de cálculo, pero que contrasta con la débil marcha de sectores clave de la economía.

En el tercer trimestre de este año el producto interior bruto (PIB) creció un 1,6 % en comparación con el mismo periodo de 2013 y un 0,7 % respecto al trimestre precedente, según datos publicados por la oficina helena de estadísticas (Elstat).

Se revisaron al alza los datos correspondientes al primer y al segundo trimestre y las cifras mostraron que Grecia empezó a salir de la recesión en el primer trimestre de este año, cuando ya registró un crecimiento del 0,8 % respecto al trimestre anterior.

En el segundo trimestre se lograron también cifras positivas con un incremento del 0,4 %.

Grecia abandonó así la recesión que empezó en el tercer trimestre de 2008, cuando la economía griega registró su primer retroceso (del 0,1).

La mejora de las cifras se debe principalmente a un recién estrenado método de cálculo del PIB que incluye en las cuentas nacionales de los países de la Unión Europea (UE) actividades económicas ilegales como el contrabando, el trafico de drogas o la prostitución.

Por otro lado, el factor que más influyó en este resultado fue el turismo, que es, sin duda, la locomotora de la economía griega, pues en 2013 representó el 16,3 % del PIB y las previsiones son que esta cifra aumente en más de un 3 % en 2014.

En 2013 las llegadas de turistas sumaron 17,9 millones, lo que ya representó un aumento del 15,5 % respecto al año anterior, y las perspectivas de la patronal de empresas turísticas griegas (SETE) es que en este ejercicio se alcance la cifra récord de más de 20 millones de visitas.

Las previsiones del Gobierno apuntan a un crecimiento del 0,6 % del PIB este año y a un aumento del 2,9 % en 2015.

Otros indicadores macroeconómicos, en cambio, siguen dando pocos motivos para el optimismo como las exportaciones, que se redujeron en 926,5 millones de euros (un 4,4 %) en los primeros nueve meses de 2014.

Esto se tradujo en un incremente del déficit de la balanza comercial del 8,7 % (15.673,1 millones de euros), respecto al mismo periodo de 2013.

Las importaciones, por su parte, se incrementaron en 332,6 millones de euros (un 0,9 %) hasta los 35.684,9 millones de enero a septiembre de 2014.

En octubre la deflación se volvió a acelerar y el índice de precios de consumo (IPC) se contrajo un 1,7 % con respecto al mismo mes de 2013, lo que implica que ya son veinte los meses consecutivos en que Grecia está en deflación, uno de los peores indicadores de la salud de una economía.

A ello se suman las cifras poco alentadoras de sectores como la construcción, que, según datos de agosto, se contrajo en un 7,1 %, o la producción industrial, que en septiembre cayó un 5,1 % respecto al año anterior.

El paro continúa siendo muy elevado y, si bien en agosto la tasa de desempleo mejoró ligeramente hasta el 25,9 % -dos décimas menos que en el mes precedente y casi dos puntos por debajo del mismo mes de 2013-, sigue afectando a prácticamente la mitad de la población joven (49,3 %).

Las cuentas del Estado, en cambio, siguen evolucionado positivamente, si bien algo peor que lo presupuestado y a costa de recortes en el gasto público.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Finanzas, Grecia logró un superávit primario de 2.654 millones de euros en los primeros diez meses del año, 885 millones menos de lo previsto para este periodo en los presupuestos generales.

Frente a las perspectivas de encarar la senda del crecimiento económico se encuentran los compromisos que el Ejecutivo del conservador Andonis Samarás ha pactado con la troika, que implican medidas de austeridad y ahogan la recuperación del consumo doméstico.

Por ejemplo, entre las medidas pendientes está el despido de 5.500 funcionarios para cumplir con el objetivo de 14.000 despidos, la reforma de la legislación laboral para liberalizar el despido colectivo o la aplicación del tipo general del IVA (23 %) a sectores con un tipo reducido.

Según Jens Bastian, economista y antiguo miembro del grupo de trabajo de la Comisión Europea para Grecia "el daño económico de esta recesión es asombroso. Se necesitarán años, quizás décadas, para que la economía real de Grecia recupere de nuevo los niveles alcanzados en 2007".