Herminio Blanco ve tratados bilaterales como una llamada a la acción de OMC

Rosa Jiménez

Bruselas, 6 mar.- El candidato mexicano a dirigir la Organización Mundial del Comercio (OMC), Herminio Blanco, alertó hoy en Bruselas de los "riesgos" que los tratados bilaterales comerciales entrañan para el multilateralismo, pero consideró también que suponen una "llamada a la acción" de Ginebra.

"Es un gran riesgo si no se hace algo, pero es una llamada a la acción, sin lugar a dudas", dijo Blanco en una entrevista con Efe, en alusión a la profusión de tratados de libre comercio bilaterales entre países, y en especial al que han acordado negociar la Unión Europea (UE) y EEUU.

Para el exministro de Comercio mexicano (1994-2000), en la negociación entre la UE y EEUU será "fundamental" el consenso que logren en materia de regulaciones y estándares, que convertiría a dicho tratado en "un modelo a seguir" en lo referente a áreas de libre comercio.

"Pero eso es un desafío para la OMC, son reglas mucho más avanzadas, más atractivas para invertir y exportar que las de la OMC", que tienen más de veinte años y, a su juicio, "ya no reflejan la forma en que hoy en día se hacen los negocios".

Por ello, ante el "desafío" pero también "oportunidad" que supone tal acuerdo transatlántico, el mensaje "es muy claro" para la OMC: "Si no flexibilizamos nuestra posición en Ginebra, nos quedaremos fuera de las grandes transformaciones en el mundo", subrayó.

Blanco, uno de los tres candidatos latinoamericanos del total de nueve que se presentan al cargo, descartó que la afluencia de aspirantes del subcontinente pueda repartir los apoyos en la región.

En cambio, aseguró que esa circunstancia pone de relieve la importancia que ha adquirido el comercio en el subcontinente como "palanca del desarrollo".

Se mostró convencido de su idoneidad para el puesto por haber liderado, en nombre de su país, negociaciones trascendentales como la del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, o NAFTA, por sus siglas en inglés, que incluye a EEUU, Canadá y México), o la de la Ronda Uruguay, concluida a finales de 1993, que sentó la base para la mayoría de acuerdos de la OMC.

Frente a sus adversarios para ocupar la dirección general de la OMC, Blanco afirmó sentirse respaldado por una "experiencia de otro nivel", al tener "una capacidad no sólo de negociar", sino de "dirigir hasta el éxito".

Por otra parte, aseguró que su trabajo a lo largo de los últimos doce años en el sector privado (actualmente es director general de la consultora IQOM, que evalúa acontecimientos que afectan a las operaciones comerciales en Latinoamérica) le ha aportado pragmatismo y "conocimiento" para discernir "dónde hay que invertir en trabajos y prosperidad".

Blanco dejó claro que la reunión ministerial de la organización que se celebrará en Bali en diciembre próximo será una "gran oportunidad de demostrar al mundo, y demostrarnos dentro de la OMC, que en Ginebra se puede llegar a arreglos que son significativos para el mundo".

En ese encuentro, los países miembros de la OMC tratarán de cerrar un acuerdo sobre medidas de facilitación del comercio, fundamentales para reducir los costos de exportar e importar.

"Si se aprovecha esa oportunidad, el mensaje podría llegar al interior de la OMC y generar un ambiente más propicio para los embajadores", que pueden sentir frustración por la falta de avances en la Ronda de Doha, explicó.

Blanco insistió además en que la OMC es "muy relevante" en lo referente a los mecanismos para hacer un comercio más transparente o para resolver controversias, pero consideró que los sectores productivos "sienten que doce años de intentos frustrados de concluir esta negociación demuestran que no se puede avanzar en Ginebra".

"En Bali se debe mostrar que sí se puede avanzar en Ginebra", enfatizó, y abogó por realizar un diagnóstico en 2014 dentro de la organización para estudiar la estrategia que lleve a buen puerto la ronda.

Blanco también reafirmó la vigencia de la OMC a la hora de "responder" y "anticiparse" ante la posibilidad de que, a causa de la crisis económica, los países optasen por el proteccionismo para favorecer sus economías nacionales.

En su opinión, el "gran éxito" de la OMC ha sido evitar el "tsunami de medidas proteccionistas" que se pronosticaban en 2008 y 2009.

"Es una de las pruebas de fuego que pasó la OMC", recalcó, y recordó que la organización ofrece los instrumentos necesarios a los países que consideran que se han quebrantado sus derechos.