Hollande quiere indexar el salario mínimo al crecimiento y no a la inflación

París, 1 feb.- El candidato socialista a las presidenciales francesas, François Hollande, favorito en las encuestas, anunció hoy que si gana la próxima primavera tiene intención de desvincular la evolución del salario mínimo de la inflación para indexarlo con el crecimiento económico.

Hollande, en una sesión de preguntas y respuestas con los oyentes de la emisora de radio "RTL" descartó una revalorización del salario mínimo y dijo que si llega a la presidencia del país en los comicios de primavera convocará a los interlocutores sociales para hablar de remuneraciones.

En esa línea, indicó que hay que "cambiar la forma de indexar el salario mínimo" (que actualmente es de casi 1.100 euros netos mensuales en Francia) y dejar de vincularlo a la inflación para ajustarlo al "crecimiento".

Reiteró su propuesta de volver a restablecer la edad de 60 años para la jubilación (en la última reforma se retrasó a 62 años), pero a condición de haber cotizado los 41 años que dan derecho a una pensión completa.

Y puntualizó que si sale elegido abrirá una negociación para garantizar el futuro del sistema de pensiones porque "no está financiado".

En el terreno de la vivienda, se pronunció por "bloquear los alquileres" cuando hay cambio de inquilinos porque en ese momento "hay muchos abusos" con fuertes subidas del precio.

También indicó que se duplicará el límite del ahorro que se puede poner en la conocida como "Libreta A" que sirve para financiar la construcción de viviendas sociales, para llegar a reunir 20.000 millones de euros.

Según una encuesta del instituto demoscópico TNS Sofres publicada hoy por "Le Nouvel Observateur" e "iTélé", Hollande quedaría en primera posición en la primera vuelta si las presidenciales se celebraran ahora con un 31,5 % de los votos (0,5 puntos más que en el anterior sondeo de noviembre), por delante del actual jefe del Estado, Nicolas Sarkozy (26 % y dos puntos menos).

Luego vendrían la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen (16 %) y el centrista François Bayrou (12 %).

En una teórica segunda vuelta, el candidato socialista ganaría con el 58 % de los sufragios (el 60 % en noviembre), mientras Sarkozy se tendría que conformar con el 42 % (frente al 40 %).