Hungría se distancia de Reino Unido en su rechazo al acuerdo de la eurozona

  • El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, aseguró hoy que su Gobierno no comparte la postura del Reino Unido y que consultará a su Parlamento si debe unirse finalmente al pacto de los países de la eurozona para reforzar la gobernanza económica acordado hoy por los líderes de la Unión Europea (UE).

Bruselas, 9 dic.- El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, aseguró hoy que su Gobierno no comparte la postura del Reino Unido y que consultará a su Parlamento si debe unirse finalmente al pacto de los países de la eurozona para reforzar la gobernanza económica acordado hoy por los líderes de la Unión Europea (UE).

"El Reino Unido y Hungría no estaremos en el mismo barco", dijo el primer ministro de Hungría, país que, a diferencia de Gran Bretaña, aceptó adoptar el euro como moneda.

"Es una obligación", recordó en una rueda de prensa tras la cumbre europea, si bien dejó claro que aún quedan pendientes "detalles" sobre la futura entrada de Hungría a la zona del euro, para la que no hay una fecha concreta.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los diecisiete países que comparten el euro pactaron endurecer los controles presupuestarios, -como por ejemplo imponer por ley el equilibrio presupuestario- y sancionar a los países con déficit excesivo, cuyas cuentas públicas podrán ser retocadas por Bruselas.

Según Orbán, su Gobierno "no tiene un mandato" parlamentario para añadirse a los países de la zona euro, puesto que son decisiones que suponen "una intromisión muy seria a la soberanía nacional" de los Estados miembros de la UE.

"Teníamos un mandato para pactar con los Veintisiete o para que los países de la zona euro pactaran entre ellos, pero no para sumarnos a los países del euro. Sé que es complicado, pero es que está cerca de la ciencia ficción", se exclamó Orbán.

"Deberemos plantearnos preguntas muy serias y honestas sobre si queremos pedir la aprobación de Bruselas en importantes partes de nuestro presupuesto o ceder ciertos poderes", afirmó el jefe del Gobierno húngaro.

De este modo, de los diez Estados miembros de UE que conservan su propia moneda, todos salvo el Reino Unido dijeron consultarán a sus cámaras legislativas si deben o no unirse a sus socios de la eurozona.

Orbán consideró que el texto aprobado por los líderes de la zona euro es demasiado ambiguo y que la crisis no ha terminado, por lo que auguró que en las próximas reuniones de líderes, los países de la UE tendrán "mayores necesidades financieras".

"No hay razones para tener prisa, sería hacer aventuras políticas. Observemos y esperemos a que haya contenidos", declaró, ya que, dijo, el documento pactado ayer no deja claro si, en caso de unirse al acuerdo, Hungría debería cumplir inmediatamente con los requisitos del documento o éstos solamente se aplicarían en cuanto adoptara el euro.

El primer ministro afirmó que, como máximo, los dirigentes de la zona euro concretarán los detalles del pacto en marzo, aunque cree que estarán a punto antes.

A su juicio, la decisión de la cumbre deja claro que la UE se divide en dos grupos que avanzan en la integración a dos velocidades.

"La UE no es un vehículo a una velocidad. Si ha habido una división en dos no se ha creado ahora, lo que pasa es que ahora nos hemos dado cuenta", declaró el primer ministro húngaro.

"De verdad aprecio los esfuerzos de los primeros ministros y de los líderes de las instituciones europeas para esconder que hay dos velocidades", añadió Orbán.

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