Iberia y el sepla se ven las caras en la audiencia nacional el próximo jueves

La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional celebrará el próximo jueves una vista con Iberia y el sindicato de pilotos Sepla para analizar la impugnación de la aerolínea al laudo dictado por Jaime Montalvo el pasado 25 de mayo. Fuentes del Sepla consultadas por Servimedia denunciaron que el desarrollo del laudo, que tiene rango de ley, está paralizado.
Además, otras fuentes sindicales indicaron que la aerolínea podría también esperar a conocer la resolución de este litigio para presentar el plan de reestructuración que afectará a todas las áreas de negocio y podría conllevar un importante número de despidos.
Iberia impugnó el laudo por considerar que en su resolución Montalvo invade sus competencias. El 25 de julio venció el plazo para que la aerolínea y el sindicato acordaran el nombre del presidente de la comisión de resolución de conflictos. Desde esa fecha, recae en el mediador, Jaime Montalvo, la responsabilidad de designarlo.
El Sepla, que también ha acudido a la Audiencia Nacional, denuncia que Iberia sólo está respetando la parte del laudo que le beneficia, la bajada del sueldo de los pilotos, mientras incumple el resto de la resolución.
Entre los puntos de obligado cumplimiento del laudo que deben desarrollarse, según los pilotos, lo más importante es lo que se refiere a la carrera profesional y que se aplique la fórmula que permita a los copilotos de Iberia convertirse en comandantes de Iberia Express "lo antes posible".
Como contrapartida para Iberia, además de reconocer la legalidad de la filial Iberia Express, la resolución de Jaime Montalvo congela el salario de los pilotos en los niveles de 2009 y hasta 2014. Esto supone una rebaja del 10%.
El arbitraje de Montalvo llegó después del fracaso del proceso de mediación voluntaria aceptada por ambas partes para que Manuel Pimentel intentara resolver este conflicto.
Dicho conflicto generó 18 días de huelga entre el 18 de diciembre de 2011 y el 27 de abril de 2012, en los que Iberia canceló más de 2.000 vuelos, lo que le generó unas pérdidas de más de 50 millones de euros.
El sindicato de pilotos Sepla convocó estos paros en protesta por la creación de la nueva filial de bajo coste Iberia Express, operativa desde el 25 de marzo, que según este sindicato vulneraba su convenio.