El Gobierno belga avisa a ArcelorMittal de que "no acepta" el cierre en Lieja

  • El Gobierno de Bélgica advirtió hoy a la dirección de ArcelorMittal de que "no acepta" el cierre de varias instalaciones siderúrgicas en la ciudad de Lieja (este del país), que supondrá el despido de unos 1.300 trabajadores.

Bruselas, 25 ene.- El Gobierno de Bélgica advirtió hoy a la dirección de ArcelorMittal de que "no acepta" el cierre de varias instalaciones siderúrgicas en la ciudad de Lieja (este del país), que supondrá el despido de unos 1.300 trabajadores.

"No aceptamos el cierre ni la decisión de ArcelorMittal. Todos respaldamos a los trabajadores y el elaborar un plan industrial y salvar el empleo", señaló el Ejecutivo liderado por el socialista Elio di Rupo, en un comunicado.

La nota está firmada conjuntamente con el Gobierno de la región de Valonia y representantes de empleados del gigante siderúrgico, y ha sido publicada tras la reunión que han mantenido las tres partes en Bruselas para analizar la situación.

Casi medio millar de trabajadores protagonizaron hoy una concentración en Bruselas para protestar contra el cierre, y los sindicatos exigen al Gobierno belga que nacionalice la fábrica.

La dirección de ArcelorMittal anunció este jueves el cierre de varias instalaciones de la fase de fabricación en frío en su planta en Lieja, un año después de que ya cerrara los altos hornos que tenía en la localidad, debido a la caída de la demanda provocada por la crisis en Europa.

El Gobierno regional valón señaló que su prioridad es encontrar un inversor industrial que se haga cargo de las instalaciones de ArcelorMittal en Bélgica, una búsqueda que respaldará el Ejecutivo nacional.

Ambas administraciones han creado un grupo de trabajo para seguir de cerca este asunto, en el que participan los agentes sociales y que podría involucrar también a los municipios más afectados, con el objetivo de crear un nuevo plan industrial para la zona.

Los dos gobiernos contactarán, además, con la Comisión Europea para solicitar que impulse una política industrial "efectiva" a nivel europeo y plantearle medidas que permitan controlar las importaciones provenientes de países no comunitarios que no respetan las reglas de competencia establecidas en la Unión Europea.

Por su parte, el Ejecutivo belga anunció que "examinará la posibilidad de modificar" la legislación que regula en el país los despidos colectivos para facilitar que otros inversores se hagan cargo de las instalaciones de ArcelorMittal.

El grupo siderúrgico planea cerrar una planta de coque -combustible sólido y ligero que se obtiene al calcinar ciertas clases de carbón mineral- y seis líneas de "finishing".

ArcelorMittal justifica los cierres por la caída de la demanda del acero entre un 8 y un 9 % en 2012, lo que supone un 29 % menos respecto al nivel anterior a la crisis, una situación que no espera que mejore a lo largo de 2013.

El grupo afirma que, pese al cierre de los altos hornos, las instalaciones de Lieja sufrieron unas pérdidas de más de 200 millones de euros en los 9 primeros meses de 2012.

La siderúrgica mantiene hoy en día unos 2.000 trabajos en Lieja, una región que cuenta tradicionalmente con una importante actividad de esta industria desde hace dos siglos.

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