El 40% de la semilla de cereal de invierno que se siembra en Andalucía es de origen desconocido, según Anove

EUROPA PRESS
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En España, se siembran 5,5 millones de hectáreas de cereal de invierno --avena, cebada, trigo, centeno y triticale-- y en plena campaña de siembra, la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove) alerta sobre los importantes riesgos que conlleva el uso de semilla no autorizada.

Solamente el 28 por ciento de la semilla de cereal de invierno que se utiliza es certificada, un 20 por ciento es semilla acondicionada y el nueve por ciento reempleo del agricultor. Esto implica que un 57 por ciento se puede considerar semilla legal, mientras que el 43 por ciento restante es de origen desconocido, en muchos casos clandestino, y sin ninguna clase de control. Este tipo de semilla no cumple con los estándares oficiales que garantizan la semilla certificada, tales como la germinación mínima, la pureza varietal o la sanidad de la semilla.

Entre las mayores zonas cerealistas de España, Extremadura se estima como la zona con mayor volumen de semilla fuera de todo control, con un 77 por ciento, seguido por Castilla la Mancha (54%), Castilla y León (49%), Aragón (45%) y Andalucía (40%).

En Andalucía, el 55 por ciento de la semilla de cereal de invierno que se siembra es certificada. Un dos por ciento corresponde a grano acondicionado declarado en centros registrados y "no se sabe con certeza el reempleo estimado por los propios agricultores pero, en esta Comunidad Autónoma, debido a la estructuras de las explotaciones de cereal, que generalmente son de gran tamaño, prolifera más que en otras la limpieza del grano para su uso en la propia explotación".

Es necesario destacar que, para que el reempleo de una variedad protegida se realice bajo los parámetros que marca la ley, es necesario que el agricultor se dirija al obtentor de la variedad, antes del 30 de junio de esa campaña, para hacer efectiva la excepción que marca la ley y beneficiarse de la rebaja en el canon de utilización de la variedad protegida. Esto no aplica a los pequeños agricultores, que están exentos de realizar esta declaración.

Anove ha recordado que la única semilla que puede ser comercializada es la certificada. Ninguna otra semilla, simiente o grano para siembra puede ser comprada o vendida ni encontrarse legalmente en el mercado. Los agricultores están autorizados a reemplear como semilla el grano que obtengan en su propia explotación, pero esos granos no pueden en ningún caso comercializarse ni intercambiarse entre agricultores.

La semilla certificada supone una serie de "ventajas importantes" para los agricultores, como el uso de menores dosis de siembra debido a la garantía de germinación, el menor tiempo en la preparación de la semilla, o el aumento del rendimiento, ya que se asegura una buena implantación del cultivo y se reduce la aparición de malas hierbas. Y lo más importante, la semilla certificada es la única que tiene garantizada su calidad por medio de los controles oficiales que realizan las autoridades competentes, lo que permite asegurar su trazabilidad y pureza varietal.

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