Italia vuelve a pagar más caros sus bonos en medio de las exigencias de la UE

Roma, 26 oct.- Italia consiguió colocar hoy otros 10.500 millones de euros en deuda pública, esta vez en bonos a 6 meses y 2 años que volvió a pagar más caros que en las últimas subastas, en un momento en el que Bruselas exige a Roma reformas económicas claras para asegurar su estabilidad financiera.

En la primera de una serie de tres jornadas consecutivas de subastas de títulos de deuda, el Tesoro italiano logró adjudicar el máximo de bonos ofrecido, confirmando que, por el momento, consigue la financiación que busca, aunque sea a un coste mayor.

Roma adjudicó los 8.500 millones de euros que sacó al mercado en bonos del tipo BOT (Bonos Ordinarios del Tesoro) a 6 meses, con un interés del 3,535 %, casi medio punto porcentual más que en la última oferta de esta deuda el pasado 27 de septiembre, cuando el rendimiento quedó en el 3,071 %.

Este dato en el tipo de interés de esos bonos semestrales supone además un récord de tres años, pues es el nivel más alto registrado en una subasta de esta clase desde septiembre de 2008.

Además, el Tesoro italiano adjudicó los 2.000 millones de euros en títulos de deuda del tipo cupón cero (CTZ) a 2 años, que ofreció con un rendimiento del 4,628 %, frente al 4,511 % de la última subasta que se celebró también el 27 de septiembre.

En ambos casos, la demanda fue decididamente superior a la oferta, sobre todo en el caso de los CTZ, donde se habían solicitado 4.012 millones de euros en este tipo de títulos, frente a los 2.000 millones que se ofrecía, es decir más del doble.

En cuanto a los BOT a 6 meses, la demanda fue de 13.319 millones de euros, superior en unos 4.800 millones de euros a los 8.500 millones que el Tesoro italiano ofrecía.

Después de llegar a situarse en torno a los 391 puntos básicos a primera hora de este miércoles, la prima de riesgo de la deuda de Italia, que se mide con el diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo plazo, rebajó su nivel hasta los 386 puntos básicos inmediatamente después de conocerse el resultado de la subasta.

El rendimiento de los bonos italianos a diez años en ese momento consiguió bajar hasta el 5,96 %, frente al 5,98 % en el que se situaba a primera hora de este miércoles.

Tras esta subasta, llegarán dos nuevas jornadas en las que el Tesoro de Italia intentará conseguir un máximo de 9.250 millones de euros, justo cuando las finanzas del Estado italiano vuelven a estar en el centro de todas las miradas de los mercados.

Mañana el Tesoro italiano intentará colocar bonos BTP?i,de tipo variable, vinculados a la inflación europea, a 10 años por un valor total de entre 500 y 750 millones de euros.

Y el viernes se cerrará esta tanda con una subasta de títulos del tipo CCTeu a 7 años, con un interés variable vinculado al Euribor a seis meses, y BTP a 3 y 10 años, con interés fijo, por un valor total de entre 5.250 y 8.500 millones de euros.

Los niveles de rendimiento a los que Italia podía colocar hoy su deuda en la primera subasta tras las nuevas exigencias lanzadas por las autoridades comunitarias al Gobierno de Silvio Berlusconi era una de las dos cuestiones claves de la actualidad económica italiana de este miércoles.

La otra, la prueba crucial que el primer ministro italiano tiene ante sí en el Consejo Europeo de Bruselas, al que debe llegar con una lista detallada de reformas económicas bajo el brazo, cuya definición en Roma ha provocado la desestabilización del Gobierno de Italia en las últimas horas.

Tras recibir un toque de atención el pasado domingo en Bruselas, Berlusconi convocó un Consejo de Ministros extraordinario para el lunes, en el que se tenían que aprobar las medidas exigidas, pero la reunión terminó sin acuerdo y ello provocó que al día siguiente el fantasma de una crisis de Gobierno planeara sobre Italia.

Al acuerdo se llegó ayer "in extremis" y, por el momento, poco se sabe del texto que Berlusconi presentará en Bruselas, más allá del retraso de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años y de la propuesta de un "uso coordinado y definido de los fondos europeos con Bruselas", en particular, para el sur de Italia.

Entre las medidas que estudiaba el Gobierno italiano figuraba también la venta de parte del patrimonio inmobiliario del Estado y el llamado "decreto para el desarrollo" para propiciar el crecimiento económico del país, en cuyo borrador figuraban medidas de tipo fiscal y de incentivos a la contratación de los más jóvenes.