Jarro de agua fría de Trichet a Botín

  • Banco Santander no recibió ayer la mejor noticia posible por boca del presidente del Banco Central Europeo (BCE). La barra libre de liquidez continúa y los tipos de interés siguen en el 1%. Una política que no ayuda a la agresiva política de remuneración de los depósitos del banco cántabro.
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Banco Santander recibió ayer un jarro de agua fría del presidente del Banco Central Europeo (BCE). El grupo cántabro inició la guerra de depósitos hace dos meses con una oferta muy agresiva al 4%. Una cifra que contrasta con el precio oficial del dinero en Europa, del 1%, y que ha puesto en guardia a todos los bancos y cajas de ahorros españoles para retener a sus mejores clientes.

Por lo tanto, el banco que preside Emilio Botín está asumiendo una erosión significativa de sus márgenes para captar nuevos clientesy abrir una nueva vía para obtener liquidez. Erosión que esperaba compensar con el progresivo endurecimiento de la política monetaria del BCE, algo que según dejó claro ayer el presidente de la institución, Jean-Claude Trichet, se va a hacer esperar más de lo previsto.

Esta decisión rompe las previsiones de Santander, que había visto en los depósitos un vía de captación de recursos potencialmente más barata si los tipos en el mercado interbancario empezaban a tensarse. De hecho, se esperaba que el mercado hubiera empezado a sufrir las primeras restricciones de financiación en marzo, pero Grecia lo ha impedido.

Para comprender cómo afecta esta decisión a Santander, debe recordarse que la entidad tiene, fundamentalmente, cuatro vías para financiarse: a través de los depósitos, acudiendo a los mercados mayoristas para emitir bonos u obligaciones hipotecarias, en el mercado interbancario o a través de las emisiones del BCE. En las dos primeras, Santander sigue ganando la mano, pero en la dos últimas, debido a la postura de Trichet, la está perdiendo.

Para comprender por qué resulta vencedor frente a los bonos debe tenerse en cuenta la difícil situación de las economías europeas. Una desconfianza se está traslandado con intensidad a los mercados mayoristas de financiación, donde las empresas españolas han captado recursos con holgura este año -con Santander a la cabeza- y a los tipos que tienen que pagar los Estados para colocar su deuda.

De hecho, España colocó ayer bonos a cinco años al 3,58%, frente al 2,842% de la subasta anterior. Este diferencial está ya muy próximo al 4% que ofrece Santander con sus depósitos y, por tanto, puede afirmarse que en este escenario no tiene pérdida de márgen e, incluso, debido a las rebajas de rating, puede llegar a resultarle más rentable la guerra del pasivo que la colocación de bonos como fórmula de financiación

Por contra, la decisión del BCE de mantener los tipos en el mínimo histórico el 1% sí puede hacerle daño, ya que frente a la expectativa de que se empezara a subir el precio del dinero a finales de 2010, ahora los expertos hablan del segundo trimestre de 2011...y sin atreverse a descontar nuevas rebajas de tipos. De hecho, en la última semana ha circulado el rumor de que éstos podrían llegar a bajar al 0,75%. Todo esto conlleva que a Santander se le haya alargado el plazo en que sufre en sus márgenes la diferencia entre el 1% del precio oficial del dinero y el 4% al que retribuye el depósito, con la amenaza de que el diferencial aumento si los tipos bajan.

Suma y sigue, porque la barra libre de liquidez de Trichet también va dirigida a abaratar el interbancario, cuando todo apuntaba a que éste iba a ir encareciéndose, debido a la retirada de liquidez. Además, la creciente desconfianza respecto al sistema financiero amenazaba con otro bloqueo del interbancario, como el que se vivió al principio de la crisis financiera, lo que habría justificado también que Santander se financiara con los depósitos. Sin embargo, el BCE ha combatido esta posibilidad con su barra libre, haciendo que para los bancos sea más barato financiarse en el interbancario que con guerras de pasivos.

A pesar de los contras, Santander también tiene muchos pros en su guerra de depósitos. "Son cosas que se hacen cuando hay fuerza, cuando hay músculo y cuando se pueden hacer", ha asegurado el consejero delegado, Alfredo Saénz. El grupo, que tiene como objetivo captar 10.000 millones de euros, ya ha conseguido más de  6.000 y podría extender la campaña hasta después del verano... si Trichet no lo impide.

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