La AEB espera que el Constitucional anule el impuesto catalán a los depósitos

Madrid, 23 sep.- La Asociación Española de Banca (AEB), patronal del sector, ha advertido hoy de que el impuesto catalán sobre los depósitos es "incompatible" con el tributo estatal que ya existe y por eso espera que el Tribunal Constitucional confirme este extremo y anule el impuesto regional.

La Generalitat ha aprobado hoy el reglamento del impuesto catalán sobre los depósitos, que, en consonancia con la ley catalana que lo crea, obliga a la banca a autoliquidar entre el 1 y el 20 de octubre el importe de este impuesto correspondiente a 2013 ante la Agencia Tributaria de Cataluña.

La ley por la que se crea este impuesto, aprobada por el Parlamento catalán en abril, precisa que si una entidad financiera ha captado depósitos por valor de hasta 150 millones de euros en Cataluña se le aplicará un gravamen del 0,3 %; desde 150 hasta 600 millones se aplicará el tipo del 0,4 %, y a partir de 600 millones, el 0,5 %.

El impuesto sobre los depósitos puede suponer una gran fuente de ingresos para las arcas de la Generalitat, pero el problema es que el Estado ha creado un impuesto sobre el mismo hecho imponible y el conflicto no se resolverá hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre los recursos cruzados entre ambas administraciones.

Mientras tanto, desde la patronal bancaria han reiterado a Efe que el impuesto catalán, al igual que otros autonómicos análogos, supone una penalización de la figura más tradicional y accesible en la que los ciudadanos materializan sus ahorros.

Además, penaliza y desalienta el ahorro en una economía como la española que, por falta del mismo, necesita recurrir a la financiación exterior, al tiempo que fragmenta el mercado financiero español y lo hace más ineficiente.

Para la AEB, un gravamen de este tipo "daña la libre circulación de capitales y servicios, y perturba la libre competencia".

Sin embargo, la patronal bancaria no está en contra de la decisión adoptada por el Gobierno a principios de julio para gravar los depósitos bancarios un 0,03 %.

Se trata de un impuesto estatal "con un tipo muy moderado y, en todo caso, muy alejado de los tipos nominales fijados por las legislaciones autonómicas", según explicaron en su momento.