La automoción, sector "faro" para atraer inversión española al norte marroquí

  • Con la automoción como sector "faro", el norte de Marruecos crece como polo de atracción de la inversión española, según representantes empresariales españoles en la región, que destacan, entre sus grandes bazas, la proximidad geográfica.

Tánger (Marruecos), 22 oct.- Con la automoción como sector "faro", el norte de Marruecos crece como polo de atracción de la inversión española, según representantes empresariales españoles en la región, que destacan, entre sus grandes bazas, la proximidad geográfica.

"La región norte de Marruecos está llamada a ser capital mundial de la automoción, con el proyecto de Renault", resume el presidente de la Cámara Española de Comercio e Industria de Tánger (CECIT), José Estévez, en referencia a la planta inaugurada este año por la compañía francesa, a unos 30 kilómetros de Tánger.

La llegada de Renault al norte marroquí ha disparado el interés de las empresas españolas de la automoción y de su industria auxiliar por ubicarse en la zona, añade Estévez en un encuentro con periodistas españoles en Tánger.

En un primer momento, apunta la directora de la Cámara, Amal Boussouf, esas empresas "solamente" querían contactar con Renault.

"Cuando vinieron aquí y vieron que había muchísimos incentivos a la inversión y que se abría todo un mercado aparte de Renault, entonces se produjo el descubrimiento de Marruecos", destacó.

Y ahora firmas que lograron un contrato con Renault destinan ya parte de su producción al mercado nacional, incluso a otros sectores, agregó Boussouf.

Otro sector importante, apunta Estévez, es el de la logística alrededor del puerto de Tánger-Med, "catalogado entre los siete más importantes del mundo".

Además, llegan en los últimos tiempos cada vez más empresas de la construcción, que "están prácticamente paradas en España", para vender equipamiento o lograr alguna obra, agregó.

Tras unos años de desconfianza por la crisis del sector inmobiliario, la empresa española es vista ahora "como una empresa seria que viene a invertir" y "está teniendo mucho mayor acceso a los concursos públicos", dijo el presidente de la CECIT, una de las Cámaras de Comercio más antiguas del mundo, creada en 1886.

Con exponentes tan destacados como Endesa o Gas Natural, Estévez cifra en unas 800 las firmas españolas en Marruecos, aunque reconoce que es difícil disponer de un censo exacto, sobre todo porque cuando los empresarios van al Centro Regional de Inversiones, un trámite obligatorio para la constitución de la compañía, ésta pasa a ser considerada marroquí.

Los españoles cuentan con una ventanilla única en ese Centro y los trámites para constituir una empresa pueden resolverse "prácticamente en 24 horas", aseguró Estévez.

Entre los atractivos de Marruecos para el empresariado español, el presidente de la CECIT destaca la proximidad y la mano de obra, "que sigue siendo bastante cualificada y barata".

"El salario mínimo interprofesional está en 220 euros", indicó.

No obstante, ese sueldo es sólo para empleos "de muy baja cualificación" y los salarios de un determinado nivel "se están equiparando", apunta Rafael Fernández, director financiero de la planta que tiene en Tánger la firma española de componentes inductivos Premo.

"Incluso hay españoles que vienen buscando trabajo", añade Fernández, el único español de las 250 personas que trabajan en esa fábrica que abastece a gigantes como Airbus o Siemens.

Su firma está situada en la zona franca de Tánger, que suma a las ventajas ya señaladas beneficios fiscales como la exoneración total del impuesto de sociedades durante los 5 primeros años de actividad.

Frente a las ventajas, los inconvenientes más mencionados son las diferencias culturales y la carencia de infraestructuras.

La zona franca, que alberga casi 500 empresas vinculadas a la inversión extranjera de la Unión Europea, EEUU y Oriente Medio, sólo cuenta con un acceso desde el exterior, lo que genera grandes embotellamientos en los cambios de turno, explica Fernández.

Además, no hay transporte público con la ciudad y son las empresas las que deben trasladar a sus trabajadores.

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