Madrid, 11 ene.- El sector financiero español se mantiene a la espera de conocer los detalles de la nueva reforma que está preparando el Gobierno, una nueva fase de la reestructuración que según ya adelantó el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, debe concluir en seis meses.
El presidente del Gobierno explicó ayer en una entrevista a Efe que presentará antes del 15 de febrero un plan de reestructuración del sistema financiero, que obligará "al saneamiento de las entidades, a su transparencia y a un nuevo proceso de fusiones".
El objetivo, dijo Rajoy, es que las entidades que resulten de este nuevo proceso tengan un tamaño adecuado, sean solventes y, sobre todo, "vuelvan a dar crédito a las pequeñas y medianas empresas y a las familias, sin lo cual no habrá recuperación".
Además, el presidente del Ejecutivo aseguró que el Gobierno no creará un "banco malo" (al que traspasar los activos problemáticos) y que el procedimiento elegido para sanear el sector y disipar las dudas que genera en los inversores el saneamiento de los activos inmobiliarios, no será gravoso para los contribuyentes.
Sin embargo, un día después fuentes financieras consultadas por Efe no descartan que el Ejecutivo esté pensando en crear una sociedad que aglutine exclusivamente el suelo que ahora mismo está en el balance de las entidades.
La semana pasada el Ejecutivo ya cifró en 50.000 millones de euros las provisiones adicionales que necesita el sector financiero para sanear los activos inmobiliarios y disminuir el riesgo que estos suponen.
Según el sector, para lograr dicho objetivo, el Gobierno podría elevar del 33 % al 50 % las provisiones que exige el Banco de España a las entidades por sus activos adjudicados y también de los créditos morosos con el argumento de actualizar el valor de los mismos.
Algunas entidades sondeadas dan por descontado que sus carteras de adjudicados podrán sufrir importantes descuentos, especialmente en el suelo urbanizable sin visos de construir.
Las entidades más rentables podrían cumplir las nuevas exigencias del Ejecutivo en los próximos dos o tres años si dedican la práctica totalidad de sus beneficios futuros a provisiones, o incluso con mayor comodidad si lo empiezan a hacer ya a cuenta de los resultados del último trimestre de 2011.
Banesto será mañana, tal y como es habitual, la entidad que dé el pistoletazo de salida a la ronda de presentación de resultados, por lo que se podrá ver si sigue este camino.
No obstante, los expertos advierten de que si todo el beneficio se destina a provisiones, las entidades no podrán pagar dividendos y perderán atractivo para los inversores. En el caso de las cajas, la obra social se mantendría con las reservas que poseen.
Pero sin duda, la clave estará en el tiempo que conceda el Gobierno para poder reforzar sus provisiones y si propone la creación de una sociedad de suelo con fondos europeos.
Ante tantas incógnitas por resolver y preguntado por los planes del Gobierno, el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha asegurado hoy que la entidad que preside seguirá las recomendaciones de las autoridades europeas y españolas.
Y es que al mismo tiempo que las entidades financieras tendrán que aumentar sus provisiones, deberán hacer frente al fortalecimiento de su solvencia, según demanda Europa.
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