La banca francesa creará un fondo de 10.000 millones de euros para quiebras

  • Los bancos franceses financiarán un fondo para hacer frente a eventuales quiebras en el sector, y que estará dotado con al menos 10.000 millones de euros en el horizonte de 2020, para evitar "en la medida de lo posible", una intervención con dinero público, indicó hoy el Ministerio de Finanzas.

París, 19 jul.- Los bancos franceses financiarán un fondo para hacer frente a eventuales quiebras en el sector, y que estará dotado con al menos 10.000 millones de euros en el horizonte de 2020, para evitar "en la medida de lo posible", una intervención con dinero público, indicó hoy el Ministerio de Finanzas.

Se trata de uno de los puntos de la reforma bancaria adoptada por el Parlamento, que también establece el principio de "imputación prioritaria de las pérdidas del banco a los accionistas y los acreedores", destacó el Ministerio en un comunicado.

"Se acaba así con la socialización sistemática de las pérdidas" con un mecanismo por el que el Estado deja de ofrecer una "garantía implícita" a las entidades financieras, en particular aquellas que por su dimensión se consideran sistémicas", señaló el departamento dirigido por el socialista Pierre Moscovici.

La nueva ley, que terminó ayer su procedimiento parlamentario en el Senado -adoptado por la mayoría de derechas, pero también por algunos centristas-, crea una autoridad para "prevenir y gestionar las crisis bancarias" dotada de "amplios poderes de intervención" como la posibilidad de revocar a sus dirigentes y transferir una parte o todos sus activos.

Moscovici se mostró convencido de que este texto legislativo "permite responder a los excesos y a las derivas que condujeron a la crisis financiera y de la que todavía sufrimos ahora las consecuencias".

El ministro recordó que estipula "la separación de operaciones especulativas" de los bancos en una filial diferenciada de "las actividades útiles para la economía", les impone "nuevas obligaciones para luchar contra la especulación" y confiere a las autoridades de supervisión poderes para controlar sus operaciones en los mercados financieros.

Así por ejemplo, podrán suspender o prohibir "actividades peligrosas" y la comercialización de "productos tóxicos".

Para evitar una asunción de riesgos excesiva, se establece un tope "estricto" a las remuneraciones variables de los dirigentes de las entidades y de los operadores de mercados.

El Ministerio aludió igualmente a que refuerza la lucha contra los paraísos fiscales y el blanqueo al instaurar la obligación de que los bancos y las grandes empresas detallen sus actividades país por país, lo que permitirá un intercambio automático de información de carácter fiscal.

Otra pata de la reforma es la protección de los clientes bancarios, en particular con unos techos en las comisiones, que se van a precisar en un decreto.

Moscovici avanzó que la comisión máxima por una operación será de 8 euros, de 80 euros al mes para un cliente, cifra que bajará a una horquilla de entre 4 y 20 euros para "los más frágiles".

El mismo día en que se adoptó definitivamente el proyecto de ley de reforma bancaria, el Tribunal de Cuentas publicó un informe en el que calculó que el doble salvamento del grupo franco-belga Dexia le ha costado por ahora a Francia 6.600 millones de euros de dinero público.

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