La bolsa se pone exigente, a dos velocidades

El Ibex ha caído hasta sus mínimos de las dos últimas semanas. Nada grave, desde luego, porque todo exceso -y la subida de la bolsa española desde el verano lo ha sido- requiere de una digestión más o menos pesada. A poco menos de mes y medio del cierre del ejercicio, los inversores ya han aprendido que las ganancias no van a venir solas. El panorama ha cambiado, y bastante, en las últimas semanas.Deflación, test de estrés, descensos de los tipos de interés, recaída económica en Francia... Los mercados están teniendo que adaptarse a toda velocidad a las nuevas reglas del juego. Y lo están haciendo con la cautela propia de quien tiene mucho más que perder -la mayoría de los gestores tienen el año más que hecho- que otra cosa. Y es que el mercado bursátil español ya le ha sacado todo el juego a sus grandes valores, empezando por el sector bancario.La opinión de los analistas es unánime: los tres grandes motores del Ibex 35 tienen poco más que ofrecer hasta que acabe el año. Se trata de las entidades financieras, de las eléctricas y de una Telefónica que tras reaccionar por fin en los dos últimos meses y medio empieza a titubear, como el resto de los grandes valores. Nada que ver con el éxito de la operadora en el mercado de deuda, donde acaba de colocar 600 millones de libras con peticiones de 6.000 millones de euros, un billón de pesetas de las de antes.Por lo tanto, conseguir rentabilidades significativas en el mercado español se ha puesto mucho más díficil. Pero en absoluto imposible. Las empresas medianas siguen ofreciendo rendimientos extraordinarios a los inversores. Algunas como Vidrala acaban de ser descubiertas incluso por grandes gestoras internacionales como Fidelity. Cada día algunas de estas empresas, bien gestionadas y que están pasando la crisis con una tremenda exhibición de fortaleza, están ofreciendo a los inversores grandes oportunidades de llenar el bolsillo.Es pues la hora de los gestores. Tras un último trimestre en el que casi todo ha subido en bloque, ahora toca bucear para encontrar las joyas que el Ibex 35 ya -con escasísimas excepciones- no ofrece. Para eso hace falta valor -los del mercado continuo son valores menos líquidos y casi siempre más volátiles que los grandes- y un profundo conocimiento del terreno.En el mercado continuo hay hasta 34 compañías que suben más de un 50% en lo que va de año. Y de esa cifra, al menos 17 han duplicado su valor en el parqué. Oro molido en muchos casos desaprovechado en parte por la falta de visibilidad de las compañías y en parte por la falta de sensibilidad de inversores y analistas. Esta bolsa de dos velocidades siguen ofreciendo alternativas a unos 'blue chips' agotados.