La CE abierta a examinar una tasa inicialmente más baja para bonos soberanos

  • La Comisión Europea (CE) se mostró hoy dispuesta a examinar una tasa a las transacciones financieras más reducida inicialmente para productos y segmentos de mercado específicos, como bonos soberanos y fondos de pensiones.

Estrasburgo (Francia), 2 jul.- La Comisión Europea (CE) se mostró hoy dispuesta a examinar una tasa a las transacciones financieras más reducida inicialmente para productos y segmentos de mercado específicos, como bonos soberanos y fondos de pensiones.

Así lo indicó el comisario europeo de Fiscalidad, Algirdas Semeta, en una intervención ante el pleno del Parlamento Europeo (PE), donde recalcó, no obstante, que, por razones de neutralidad fiscal, tanto los bonos soberanos como los fondos de pensiones deberían estar cubiertos por la tasa, tal y como propuso la CE.

"No en vano, para estas dos categorías de productos una tasa reducida, vinculada a una cláusula de revisión, podría constituir un camino adecuado hacia adelante y debería ser examinado más", señaló el comisario lituano.

Esa cláusula permitiría revaluar después de un periodo establecido la situación y considerar elevar la tasa hasta los mismos niveles que se aplican a los demás instrumentos financieros.

La CE plantea gravar con un 0,1 % las transacciones con acciones y bonos, participaciones de fondos de inversión colectiva, acuerdos de recompra y de préstamo de valores y los instrumentos del mercado monetario, y con un 0,01 % las operaciones con derivados.

En abril pasado, España y los otros diez países europeos que quieren implantar la tasa a las transacciones financieras expresaron a la CE su preocupación por el efecto negativo que podría tener el gravamen sobre el coste de la financiación de gobiernos y empresas en el mercado de deuda, entre otras dudas.

La Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del PE mantuvo en junio pasado los porcentajes de la tasa propuesta por la CE, pero consideró que los bonos soberanos deberían ser gravados sólo con el 0,05 % hasta el 1 de enero de 2017.

También propuso que hasta la misma fecha las negociaciones de fondos de pensiones sean tasadas con un 0,05 % sobre acciones y bonos y con un 0,005 % para derivados.

Semeta también dijo entender el espíritu de la propuesta de la Eurocámara de excluir las transferencias de productos en el mismo grupo financiero, al afirmar que la CE tiene que examinar este tema en más profundidad, pero se mostró en contra de sacar éstas de la tasa por temor a abrir "agujeros en la base impositiva", dando lugar a problemas de ingeniería fiscal.

La propuesta de la CE ya excluye una gran parte de transferencias intragrupales (intermediarios), explicaron fuentes comunitarias y la CE únicamente se plantea aclarar las normas para evitar efectos indeseados.

El comisario considera asimismo que el tratamiento de algunos actores específicos, cubiertos por la tasa que propone la CE pero excluidos por la del PE, merece más análisis, pero advierte de posibles distorsiones de competencia si se exime a este segmento y de oportunidades para eludir el gravamen.

Semeta se refirió a aquellos que actúan en el mercado, como fondos de pensiones, o los llamados creadores de mercado (entidad financiera que, por la amplitud de su red comercial y capacidad de asunción de riesgos en diferentes mercados y países, configura un mercado al margen de las bolsas de valores).

El problema es definir las actividades que son útiles para la "liquidez en el mercado" y evitar a la vez una exclusión amplia que se extendería a operaciones por cuenta propia, es decir aquellas realizadas por una empresa de inversión por cuenta de la propia sociedad, no de sus clientes.

El comisario también indicó que está abierto a examinar vías para evitar que las pymes sean indebidamente incluidas en la categoría de instituciones financieras.

En cualquier caso, Semeta insistió en que "es el momento para los Estados miembros de converger en torno a la tasa, manteniendo su espíritu y su propósito", que permitirá a los once países recaudar entre 30.000 y 35.000 millones de euros al año y España podría percibir anualmente casi 5.000 millones de euros.

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