París, 25 ago.- La comisión de investigación del fiasco sobre el lanzamiento el viernes de los dos satélites del sistema europeo Galileo fue puesta en marcha hoy, con la misión de ofrecer el próximo 8 de septiembre un primer informe que dará pistas sobre posibles nuevos retrasos o reajustes del programa.
Arianespace, responsable del lanzamiento y puesta en órbita de los satélites, dio a conocer, en un comunicado, la composición de esa comisión "independiente" instalada en coordinación con la Agencia Espacial Europea (ESA), que operará el sistema de posicionamiento Galileo, y con la Comisión Europea (CE), que lo financia.
Se trata de aclarar qué ocurrió con los que deben ser los dos primeros satélites operativos de Galileo, que se han quedado en una órbita errónea, muy diferente de la prevista para cumplir su función, por un problema que se produjo en la fase de inyección por la última parte de la lanzadera a la que iban asociados, un dispositivo llamado Fregat.
El presidente de los investigadores es el antiguo inspector de la ESA Peter Dubok y el resto de sus integrantes son Guido Colasurdo, profesor de mecánica de vuelo en la Universidad de Roma Sapienza; Michel Courtois, ex director técnico de la ESA; Paul Flament, jefe de la unidad de dirección para Galileo y Egnos en la CE; Giuliano Gatti, jefe de aprovisionamientos de Galileo en la ESA.
La completan Wolfgang Kubbat, de la Universidad técnica de Darmstadt; Isabelle Rongier, del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES); y Toni Tolker Nielsen, inspector general adjunto de la ESA.
Además, puesto que el lanzamiento se hizo con el cohete ruso Soyuz, explotado comercialmente en este caso por Arianespace, se ha asociado como interlocutor de la comisión a Alexander Naniliuk, designado por la agencia espacial rusa Roscosmos.
El mandato oficial para la comisión es "establecer las circunstancias de la anomalía, identificar las causas y factores agravantes, hacer las recomendaciones que permitan corregir el defecto identificado" con vistas a que se puedan reanudar las misiones de Soyuz desde la base de Kurú.
Los dos satélites "Doresa" y "Milena" (que cuestan un centenar de millones de euros cada uno, sin contar el precio de enviarlos al espacio) se encuentran en una órbita elíptica a unos 17.000 kilómetros de altura de la Tierra, en lugar de la que les correspondía, una circular a 23.000 kilómetros.
"Doresa" y "Milena" pesan algo más de 700 kilos cada uno y tienen unos motores y depósitos de carburante de pequeña capacidad que, según el testimonio de expertos en los últimos días, están concebidos para ajustes de dimensión limitada, pero no para salvar una diferencia orbital de 6.000 kilómetros.
La cuestión que se plantea, en primer lugar, es si desde donde están o en otra órbita asequible podrían seguir siendo utilizados para el cometido que tenían, ofrecer servicios de posicionamiento con mayor precisión que el GPS estadounidense actualmente en servicio (con un margen de error de menos de un metro, en lugar de cinco).
Paralelamente, este lanzamiento fracasado cuestiona la fiabilidad del cohete Soyuz, y en particular del dispositivo Fregat, que se había utilizado hasta ahora en 43 ocasiones sin que hubiera causado problemas.
El próximo vuelo de un Soyuz con más satélites de Galileo (en total la constelación incluirá una treintena) estaba programado en diciembre.
Galileo acumula un largo historial de retrasos que se han traducido en enormes sobrecostes (de un presupuesto inicial de 5.000 millones se ha pasado por el momento a 13.000, financiados por la CE).
Por ahora están ya en órbita los cuatro primeros satélites experimentales, los dos primeros lanzados en 2011 y los otros al año siguiente.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios