La crisis cambiaria argentina precipita la recogida de beneficios en bolsa

  • La crisis cambiaria desencadenada en Argentina la semana pasada por la devaluación del peso ha precipitado la esperada recogida de beneficios de las bolsas de todo el mundo, tras el rally alcista con el que cerraron el año.

Madrid, 27 ene.- La crisis cambiaria desencadenada en Argentina la semana pasada por la devaluación del peso ha precipitado la esperada recogida de beneficios de las bolsas de todo el mundo, tras el rally alcista con el que cerraron el año.

El selectivo español perdía hoy a media sesión un 0,11 % hasta 9.858 puntos, y acumula un descenso anual del 0,58 %; el IBEX entró el viernes en pérdidas anuales, y desde los máximos de mediados de enero, por encima de 10.500 puntos, ha perdido unos 700.

La mayoría de los analistas vinculan la inesperada depreciación de algunas divisas de países emergentes, en especial la argentina, con la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) recorte esta semana el importe del programa de compra de deuda por el que inyecta fondos al sistema financiero, que pasaría de 75.000 a 65.000 millones de dólares.

Desde el departamento de análisis de Self Bank, Victoria Torre, responsable de Análisis y Productos, matiza que no son las divisas la única preocupación de los inversores, ya que la ralentización de China o el "aprobado por los pelos" de algunas cuentas empresariales ha vuelto a poner encima de la mesa el debate sobre los niveles de cotización alcanzados por algunos índices y los valores que lo componen.

Los analistas de Bankinter creen que una "recogida de beneficios espontánea" debía haber tenido lugar antes, hace unos diez días, y la crisis argentina ha sido el detonante.

Tanto la ralentización del crecimiento chino como la brusca devaluación de algunas monedas demuestran que los países emergentes tienen serios problemas que, hasta ahora, el mercado, se ha negado a admitir.

En concreto, la agencia de medición de riesgos Moody's ha indicado hoy que no servirá de "panacea" a los graves problemas soberanos que atraviesa el país, al mismo tiempo que perjudicará especialmente a bancos, empresas aseguradoras y titulizaciones del país.

Parece probable, prosiguen los analistas de Bankinter, que los retrocesos se prologarán durante unos días: el mercado debe aceptar y digerir que los emergentes tienen serios problemas estructurales que limitarán su crecimiento en este cambio de ciclo.

No obstante, un efecto colateral pero positivo es que "por fin" se reconocerá que Europa funcionará mejor de lo que se descontaba.

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