La empresa de supermercados Whole Foods niega que prohíba el uso del español

  • La cadena de supermercados Whole Foods ha negado que prohíba el uso del español u otro idioma que no sea el inglés entre sus empleados y aseguró que revisa su política actual, en medio de una controversia que incluso hoy le ha valido amenazas de boicot.

Washington, 7 jun.- La cadena de supermercados Whole Foods ha negado que prohíba el uso del español u otro idioma que no sea el inglés entre sus empleados y aseguró que revisa su política actual, en medio de una controversia que incluso hoy le ha valido amenazas de boicot.

La empresa, con sede en Austin (Texas), afirmó en un comunicado que no tiene una política "para que no se hable un idioma extranjero", un mes después de que dos empleados en Nuevo México, un hombre y una mujer, alegaran que fueron suspendidos por quejarse de que supuestamente se les prohibía hablar en español entre ellos.

La política actual de la empresa dicta que los empleados deben hablar en inglés con los clientes y con otros empleados mientras estén en horas de trabajo, a menos que los clientes les hablen en otro idioma.

Anoche, la empresa colgó en su página web un comunicado en el que asegura que Whole Foods "celebra" la diversidad cultural de sus empleados y que los empleados fueron suspendidos "por su conducta irrespetuosa... por su conducta en sí y no por hablar español".

Los supervisores de la tienda en cuestión programaron una reunión con todo el equipo y 17 de los empleados presentes indicaron que "en ningún momento se le dijo a los dos empleados que no podían hablar español", dijo la empresa.

Una portavoz de la empresa, Libba Letton, dijo hoy a la cadena televisiva ABC que Whole Foods ha iniciado una evaluación de su política actual y ésta será analizada "durante una conferencia de liderazgo la próxima semana".

En todo caso, agregó Letton, durante el proceso de revisión, la empresa buscará entablar un diálogo con grupos hispanos para escuchar sus perspectivas respecto al asunto.

Los dos empleados, identificados como Bryan Baldizán y Lupe González por el canal KRQE de Albuquerque, aseguran que lo único que hicieron fue quejarse de una política que consideran injusta.

El canal divulgó parte de la carta que escribió Baldizán a la empresa, en la que expresó su frustración por la prohibición del uso del español en la tienda.

"No podía entender cómo en el Cinco de Mayo vestimos a los empleados en sarapes, sombreros, y con bigotes falsos, pero el idioma que está vinculado a eso (esa cultura) de repente fue prohibido", reza la carta de Baldizán, según KRQE.

El caso, ocurrido el mes pasado, se ha convertido en una pesadilla de relaciones públicas para Whole Foods, que afronta protestas en las redes sociales, mientras algunos grupos cívicos han iniciado peticiones para exigir un cambio en la política de la empresa.

La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, en inglés), un influyente grupo defensor de los derechos civiles de los hispanos en este país, ha amenazado con iniciar una campaña de boicot contra Whole Foods si la empresa no cambia su política en un plazo de una semana.

La Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo (EEOC, en inglés), la agencia federal que vela por el cumplimiento de las leyes federales contra discriminación de cualquier tipo, explica que las empresas no pueden imponer reglas que exijan el uso del inglés a menos que sea para asegurar las operaciones en un ambiente seguro y eficiente.

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