La Haya y Moscú tensan cada vez más sus relaciones

  • En el año en que Holanda y Rusia celebran cuatro siglos de contactos diplomáticos y comerciales, las relaciones entre La Haya y Moscú no dejan de tener roces, agudizados con la reciente detención de un diplomático ruso en este país y el asalto en su domicilio al canciller neerlandés en la capital rusa.

Maite Rodal

La Haya, 16 oct.- En el año en que Holanda y Rusia celebran cuatro siglos de contactos diplomáticos y comerciales, las relaciones entre La Haya y Moscú no dejan de tener roces, agudizados con la reciente detención de un diplomático ruso en este país y el asalto en su domicilio al canciller neerlandés en la capital rusa.

Holanda llamó hoy a consultas al embajador ruso en La Haya y ha pedido explicaciones a las autoridades de Moscú, que ya han adelantado que investigarán los hechos ocurridos con el diplomático Onno Elderbosch.

El primer ministro holandés, el liberal Mark Rutte, afirmó por su parte que se trata de un "incidente serio" y que el país transmitirá su profunda preocupación por el asunto pero que primero "se está intentando saber qué ocurrió exactamente", informó la televisión neerlandesa Nos.

Rutte no se pronunció sobre las consecuencias que podría tener el incidente de cara a la visita de los reyes Guillermo-Alejandro y Máxima de Holanda a Rusia dentro de unas semanas.

Elderbosch, de 60 años, fue víctima la noche del martes de un ataque en su domicilio, donde dos personas que se hacían pasar por electricistas lo maniataron en su casa y supuestamente dejaron notas relacionadas con la política holandesa de defensa de los derechos de los homosexuales y transexuales.

El incidente sucede a la detención la pasada semana de un diplomático ruso en La Haya, Dimitri Borodín, que presuntamente estaba borracho y, según una denuncia a la policía, maltratando a sus hijos de cuatro y dos años.

"Rusia está molesta con el incidente en Holanda de Borodín y el ataque al embajador holandés parece una acción de rebote por parte de Rusia", dijo a Efe el experto en relaciones diplomáticas del Instituto Clingendael de La Haya, Jan Melissen.

El asalto al embajador adjunto holandés, que resultó herido leve, ha desatado fuertes reacciones políticas en La Haya, donde los laboristas (PvdA) en el Gobierno y los demócrata-liberales (D66) en la oposición piden que se paralicen las celebraciones que conmemoran los 400 años de relaciones bilaterales entre Rusia y Holanda.

Laboristas y liberales de izquierda han puesto también interrogantes a la visita el próximo 9 de noviembre de los reyes de Holanda, con lo que se pretendía poner un broche de oro a las conmemoraciones de las centenarias relaciones.

Tanto el paréntesis en las celebraciones como la anulación de la visita de los reyes "implicaría una acusación implícita a las autoridades rusas por el ataque al diplomático holandés", por lo que el experto Melissen opinó que no espera que el incidente escale hasta esos extremos.

"Mis expectativas son que (el presidente de Rusia, Vladimir) Putin aplique una estrategia de doble juego: por un lado asegurar que garantizará la seguridad de los diplomáticos holandeses y por el otro, enviar un mensaje a la opinión pública de comprensión por el malestar desencadenado por Holanda", explicó.

Los incidentes con lo diplomáticos se suman a otros roces entre Moscú y La Haya este año, que empezó con el polémico suicidio en Holanda del refugiado ruso Aleksander Dolmatov.

Dos periodistas holandeses tampoco han recibido visados para trabajar en Rusia, que además de bloquear la importación de las patatas holandesas prohibió por unos meses la entrada de carne de ternera proveniente de este país.

La detención por supuesta piratería de un barco de bandera holandesa de la agrupación ecologista "Greenpeace", entre cuya tripulación hay dos personas de esa nacionalidad siguió alimentando las tensiones.

"La implicación política en este conflicto complica las posibles negociaciones que tienen lugar para conseguir la liberación de los dos activistas holandeses", según Melissen.

Las relaciones entre Holanda y Rusia están marcadas por la dicotomía entre su buen nivel en el aspecto comercial y las tensiones provocadas por sus diferencias en el terreno de los derechos humanos.

Especialmente en lo que se refiere a estándares democráticos y la activa campaña de Holanda en contra de la legislación anti- homosexual rusa, según Melissen.

"Moscú entiende esa campaña como una intromisión holandesa en sus asuntos internos", analizó el experto.

Rusia es el octavo país más importante al que Holanda vende carne y productos agrícolas, una exportación que en 2012 alcanzó los 7.900 millones de euros.

Holanda importa de Rusia gas y petróleo, un comercio de un volumen aproximado de 20.000 millones de euros anuales que hace de los Países Bajos el sexto socio comercial más destacado para los rusos.

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