La OIT cree que los salarios deben crecer tanto como permita la productividad

  • Los salarios en España deben aumentar tanto como lo permita la productividad, ya que nuevos recortes "socavarían la demanda interna por encima de cualquier beneficio", según opina la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Madrid, 29 sep.- Los salarios en España deben aumentar tanto como lo permita la productividad, ya que nuevos recortes "socavarían la demanda interna por encima de cualquier beneficio", según opina la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En el informe 'España: Crecimiento con empleo', presentado hoy en Madrid, la OIT aboga por alzas salariales porque "no hay motivos económicos que justifiquen nuevas reducciones" y recomienda al Gobierno que intensifique la protección social vía prestaciones para hogares con todos sus miembros en paro.

La OIT reclama una revaluación de la reforma laboral y estima que España tendrá que esperar hasta 2023 para tener el nivel de desempleo previo a la crisis, aunque la recuperación completa llevará incluso más tiempo, ya que durante los próximos nueve años se incorporarán al mercado de trabajo unas 200.000 personas.

Este organismo internacional aplaude los descensos del paro registrados recientemente, pero subraya la necesidad de adoptar nuevas medidas para garantizar mejoras sostenibles en el empleo y en las condiciones sociales.

A juicio de la OIT, la elevada incidencia de los hogares en los que ninguno de sus miembros tiene trabajo "debería ser objeto de mayor atención política".

Por ello, aunque valora algunas medidas adoptadas por el Gobierno como la ampliación indefinida del Plan PREPARA o la creación de la Renta Activa de Inserción, la OIT considera que la recuperación del empleo llevará tiempo.

Así, cree que el Gobierno debería intensificar las medidas para asegurar una protección social de los más vulnerables, aumentando las prestaciones, ampliando los criterios para beneficiarse de ellas y asegurándose de su cobertura.

Otro colectivo a proteger, para la OIT, es el de los jóvenes, que se han visto particularmente afectados por la crisis en España, por lo que valora la implementación del Plan de Garantía Juvenil, pero considera necesario un servicio público de empleo personalizado y más recursos.

En este sentido, considera que los servicios públicos de empleo siguen siendo "el talón de Aquiles" de las políticas laborales, porque "no está preparado para prestar servicios adecuados" y recomienda más asesores cualificados, modernizar los métodos y más recursos a nivel autonómico.

La OIT considera que la protección social, en particular las pensiones y el sistema de salud, han ayudado a mitigar los efectos sociales de la crisis y pide mantener su carácter universal, la elevada cobertura y el coste asequible, aunque pide actuar sobre "el despilfarro" y garantizar una cobertura adecuada.

Para este organismo, el elevado desempleo sigue siendo "el principal legado de una recesión sin precedentes", que lleva consigo el riesgo de que muchas personas que buscan empleo abandonen el mercado de trabajo.

Para solucionarlo, aboga por poner en marcha políticas activas del mercado de trabajo, plantear subvenciones a la contratación basadas en la necesidad de calificaciones del candidato o en el tiempo que lleve desempleado.

Asimismo, recomienda mejoras en el diseño y ejecución de los programas de formación, concretamente, encaminadas a evitar los abusos en el sistema y a abordar la cualificación de parados de larga duración.

El anuncio del Gobierno de reforma del sistema de formación es calificado como una iniciativa "acertada", aunque añade que "puede hacerse más para incluir a los interlocutores sociales" en el diseño y ejecución de los programas de formación.

Esta institución apuesta por que el diálogo social desempeñe un papel predominante y por la creación de un órgano tripartito de monitoreo laboral y social.

Considera que la recuperación de la economía "sigue siendo incompleta y frágil", pese a los progresos mostrados por los indicadores macroeconómicos, y que las restrictivas condiciones crediticias suponen un "importante obstáculo a la expansión de las pequeñas empresas" a la vez que limitan las ganancias derivadas de la productividad y la creación de empleo.

Por ello, propone promover el funcionamiento del mercado crediticio para las pymes, simplificar los trámites administrativos y la carga fiscal, fomentar las inversiones productivas y ampliar la base industrial.

Y en cuanto a la financiación, la OIT considera que podrían obtenerse más recursos cerrando brechas existentes en el sistema fiscal, a través de reformas administrativas, abordando el trabajo no declarado o adelantando recursos disponibles del Fondo Social Europeo.

Asimismo, aboga por reformas equilibradas que faciliten la contratación y fomenten la calidad del empleo, para acabar con la gran incidencia del empleo temporal y a tiempo parcial.

También considera necesario mejorar la cobertura de los convenios colectivos, con convenios sectoriales de calidad, monitoreando las inaplicaciones para actuar en caso de que surjan problemas y mejorando la capacidad negociadora de los interlocutores sociales.

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