La patronal eólica y el sector marítimo piden apoyos para la investigación

  • La Asociación Empresarial Eólica (AEE) y el sector marítimo han pedido apoyo para la investigación de la energía eólica marina en aguas profundas, como una vía de mantener activo el desarrollo de esta tecnología mientras se retoma el objetivo de instalación de este tipo de aerogeneradores.

Madrid, 7 jul.- La Asociación Empresarial Eólica (AEE) y el sector marítimo han pedido apoyo para la investigación de la energía eólica marina en aguas profundas, como una vía de mantener activo el desarrollo de esta tecnología mientras se retoma el objetivo de instalación de este tipo de aerogeneradores.

La energía eólica marina se proyecta como una de las renovables de mayor potencial para los próximos años, con una previsión de que esta tecnología cubra el 4 % de la demanda europea en 2020 y el 14 % en 2030.

Al cierre del pasado año, había 5.000 megavatios (MW) en operación en Europa, principalmente en el Reino Unido, Dinamarca, Bélgica, Alemania y Países Bajos.

En España, el Plan de Energías Renovables (PER) 2011-2020 establecía un objetivo de 750 MW e incluso se publicó un mapa en el que se identificaban las posibles ubicaciones de los parques, pero varios factores dificultaron el despegue, una situación que se complicó aún más con la moratoria a las renovables del pasado año.

Uno de los técnicos de la AEE, Emilien Simonot, ha explicado a Efe que, tras la presentación del PER, en España se promocionaron algunas iniciativas que se enfrentaron a dos problemas: "la falta de consideración de la eólica marina en los planes de infraestructuras de red", lo que dificultaba su conexión, y "un cierto rechazo de los vecinos" que no se había producido en los parques terrestres.

A esto se añade un problema geológico, ya que "España dispone de unas condiciones de costas muy diferentes a las de los países del norte de Europa, esencialmente por las mayores profundidades, lo que hace inviable el uso masivo de soluciones tecnológicas con cimentaciones fijas", que son las que se utilizan actualmente.

Frente a este modelo "más probado y utilizado", España tendría que desarrollar el de cimentación flotante, por el que los aerogeneradores quedan suspendidos en el agua, aunque anclados al suelo.

"El sector español tiene experiencia y capacidad para ser un actor importante en tecnología de cimentación flotante, la solución tecnológica del futuro, que permitirá un despliegue mucho más amplio de la eólica marina", ha subrayado Simonot.

Por ello, la eólica aboga por dar un impulso a las actividades de investigación y desarrollo de esta tecnología, con el objetivo de mantener vivo el sector marino hasta que se retome la instalación de nueva capacidad, algo que no sucederá, según Simonot, mientras "no se resuelvan los problemas del sector eléctrico".

De esta manera, las empresas españolas podrían contar "con instalaciones experimentales en las que probar sus equipos" para estar preparados cuando se lancen las convocatorias, en un país que, según el PER, tiene un potencial de instalación de eólica marina de 8.500 MW.

Mientras tanto, la eólica marina continúa su andadura en Europa, como ha demostrado la inauguración esta semana del mayor parque eólico del mundo, el "London Array", ubicado frente a las costas de Kent (Reino Unido) y con una potencia instalada de 630 MW.

Como prueba de las dimensiones que implica esta tecnología, el parque -iniciativa de Dong Energy, E.ON y Masdar- ha necesitado una inversión de 2.200 millones de euros y cuenta con 175 aerogeneradores, que ocupan una superficie de 100 kilómetros cuadrados.

Los aerogeneradores, instalados a 20 kilómetros de la costa, son de 3,5 MW -frente a los 2 MW habituales en los molinos de tierra- y miden unos 157 metros.

La distancia entre ellos oscila entre los 500 y los 1.000 metros, por lo que ha sido necesario instalar casi 450 kilómetros de cable submarino, con los que se habría podido conectar Londres y París.

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