Estambul, 16 may.- La policía antidisturbios turca ha dispersado con gas lacrimógeno y cañones de agua a presión una protesta de unos 10.000 manifestantes en Soma, la ciudad donde el pasado martes murieron unos 300 mineros en una mina de lignito.
Un amplio contingente de la policía cerró el camino a una marcha de protesta que a media tarde recorría las calles de Soma para exigir que el gobierno "rinda cuentas al pueblo", según informan los medios turcos en sus ediciones electrónicas.
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