La privatización de Barajas y El Prat también se retrasa por los problemas de financiación

Tras la renuncia de Loterías a salir al parqué, al Estado se le siguen cayendo los planes para recaudar a través de la privatización parcial de sus mejores empresas. Ahora ha sido Aena, que había iniciado la puesta en venta de Barajas y El Prat la que también ha optado por la prudencia.

El presidente de AENA y Aena Aeropuertos, Juan Ignacio Lema, propondrá el próximo lunes al consejo de administración del ente prorrogar tres meses más, hasta el 31 de enero de 2012, el plazo de presentación de ofertas para la licitación del 90,05% del capital de las sociedades concesionarias de los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat.

De esta forma, los siete consorcios que pujan por las licitaciones de los dos principales aeropuertos de la red --liderados por FCC, Acciona, Ferrovial, Aeropuertos de París, la firma de inversión GMR, Abertis y el grupo San José-- tendrán hasta el próximo 31 de enero de 2012 para presentar sus ofertas, frente al 31 de octubre, plazo inicialmente previsto.

La razón para la ampliación del plazo es la petición por parte de estas empresas participantes en el concurso debido a las "dificultades para reunir la financiación necesaria en la fecha establecida", justificó AENA en una nota.

Aena Aeropuertos considera que la ampliación del plazo de presentación de ofertas "refuerza la operación, ya que permitirá asegurar la máxima calidad técnica y financiera de las ofertas que se presenten"."Los consorcios han reiterado su interés por participar en el concurso, pero aducen que dadas las crecientes tensiones en el sistema financiero internacional necesitan más tiempo para reunir los recursos necesarios", añadió.

El resto de condiciones, tanto económicas como técnicas, se mantendrán tal y como giguran en los pliegos de licitación publicados, por lo que "no podrán optar otras empresas" al concurso ya iniciado, explicaron fuentes del ente.

Con esta prórroga, el Gobierno no podrá contar para este año con ninguna de las dos fuentes de ingresos que tenía previstas vía privatización de empresas públicas. Ya renunció hace dos semanas a Loterías, por la difícil situación de los mercados, y ahora le ha tocado postergar la de los aeropuertos. En ambos casos, será el próximo ejecutivo que salga de las elecciones del 20 de noviembre el que tenga la última palabra.