La prohibición de fumar en las casetas de Feria, novedad con desigual acogida

  • Sevilla.- La ley antitabaco se aplica este año por primera vez en la Feria de Sevilla, una novedad que obliga a los fumadores a salirse de las casetas para satisfacer su vicio y que ha tenido desigual acogida entre los afectados, y en especial entre los hosteleros, por los perjuicios que les causa.

Una Feria de Abril sin humos en las casetas
Una Feria de Abril sin humos en las casetas

Sevilla.- La ley antitabaco se aplica este año por primera vez en la Feria de Sevilla, una novedad que obliga a los fumadores a salirse de las casetas para satisfacer su vicio y que ha tenido desigual acogida entre los afectados, y en especial entre los hosteleros, por los perjuicios que les causa.

En principio se especuló con la posibilidad de que algunas casetas que hacen esquina permitieran fumar, aunque finalmente el Ayuntamiento decidió prohibirlo en las 1.048 casetas del recinto por la presencia de menores y de alimentos en su interior.

El incumplimiento de esta norma estatal puede acarrear una multa de hasta 10.000 euros, aunque después de la primera noche de Feria no se ha impuesto ninguna sanción, según han informado a Efe fuentes del Ayuntamiento.

A los fumadores se les activan las ganas de encender un cigarrillo cuando toman una copa de vino o una cerveza y pican algo de comer, una práctica consustancial a la Feria que se hacía sin problemas hasta este año, aunque ahora tienen que salir a la intemperie para dar unas caladas.

Ese cambio de hábitos no ha sido aceptado de igual forma por los fumadores, ya que mientras unos lo acataban sin problemas, la mayoría criticaba la decisión del Ayuntamiento de prohibir esa práctica, y especialmente la rechazan los hosteleros.

Uno de ellos es el jefe de cocina de la caseta "Otto Fritz con sus amigos", Manuel Molina, que ha lamentado el hecho de que mientras los clientes están en la calle fumando dejan de consumir bebidas y comidas en el interior, opinión que comparte el camarero de una caseta colindante, Rafael Castillo.

Ambos han insistido, en declaraciones a Efe, en la necesidad de "relajar" el cumplimiento de la norma antitabaco al menos durante los días que dura la Feria.

La mayoría de los no fumadores, sin embargo, están encantados con esta prohibición porque les permite respirar un aire más limpio y estar sin problemas con los niños.

El Ayuntamiento justifica la decisión de prohibir fumar en el interior de las casetas por la presencia en ellas de menores de edad y de alimentos.

Las mayores críticas a esta nueva norma proceden del hecho de que las casetas son una extensión de las viviendas particulares y que, por tanto, sus dueños pueden tener libertad para hacer lo que estimen conveniente.

Para evitar la acumulación de colillas en las puertas de las casetas, la empresa municipal de limpieza de Sevilla, Lipasam, ha anunciado que ha distribuido en el recinto unos 50.000 ceniceros portátiles y que ha instalado 400 ceniceros fijos en las papeleras.

Lo cierto es que en la mayoría de las casetas se está cumpliendo la norma y que en casos puntuales hay personas, sobre todo mayores, que no han cambiado sus habituales costumbres y fuman un cigarrillo tras tomar unos vinos y unas tapas.

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