La seguridad de las centrales nucleares europeas en el punto de mira de la CE

  • La seguridad de las centrales nucleares europeas está en el punto de mira de la Comisión Europea (CE) tras la publicación hoy de las conclusiones de las pruebas de resistencia que detectan varias carencias en casi todas las plantas y recalcan la necesidad de hacer fuertes inversiones para evitar riesgos.

Bruselas, 4 oct.- La seguridad de las centrales nucleares europeas está en el punto de mira de la Comisión Europea (CE) tras la publicación hoy de las conclusiones de las pruebas de resistencia que detectan varias carencias en casi todas las plantas y recalcan la necesidad de hacer fuertes inversiones para evitar riesgos.

"Hay muchísimo potencial de mejora en todas partes", recalcó el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, en la rueda de prensa en la que presentó las conclusiones de las pruebas de resistencia efectuadas a nivel de la UE.

El comisario alemán defendió, no obstante, que se han hecho importantes progresos en los últimos años.

Las pruebas de resistencia, impulsadas por la CE tras el desastre nuclear de Fukushima (Japón), han analizado una por una los 145 reactores que hay en activo la UE, así como algunos en proceso de desmantelación y otras instalaciones nucleares, como almacenes.

El examen ha puesto de manifiesto que muchas centrales nucleares europeas no cumplen todos los estándares de seguridad introducidos a nivel internacional hace décadas, a raíz de los accidentes de Three Mile Island (EEUU) en 1979 y Chernóbil (Ucrania) en 1986.

Algunas de las plantas no podrían funcionar más de una hora si perdiesen el suministro eléctrico o la refrigeración a través de sumidero final de calor, como ocurrió en Fukushima, y otras no tienen instrumentos de prevención contra terremotos.

En el caso de las centrales españolas, el Ejecutivo europeo plantea varias sugerencias para Almaraz (Cáceres), Ascó y Vandellós (Tarragona), Trillo (Guadalajara), Garoña (Burgos) y Cofrentes (Valencia), y reconoce los avances ya logrados, como la prevención de inundaciones.

Todas las plantas españolas deberían tener unos planes para hacer frente a accidentes severos más amplios, así como "sistemas de filtrado de ventilación de la contención", a la vez que deberían prevenir las explosiones de hidrógeno u otros combustibles gaseosos en caso de accidente.

Solo Trillo cumple esta última recomendación, central que, por el contrario, debería ampliar sus protocolos de emergencia más elaborados, para que cubran todo tipo de escenario de riesgos, como los cortes de suministro eléctrico.

Los Veintisiete tienen que redactar ahora un plan de acción nacional para poner en marcha las recomendaciones europeas, y la CE advirtió de que controlará que éstas se cumplan, para lo que presentará una evaluación sobre los progresos logrados en 2014.

El Ejecutivo europeo cifra entre 10.000 y 25.000 millones las inversiones necesarias en el conjunto de la UE para fortalecer las medidas de seguridad de las centrales.

La cuestión es si la industria aceptará hacer frente a unas inversiones tan elevadas de manera voluntaria, ya que Bruselas no tiene ningún poder para obligar a las mismas a cumplir sus recomendaciones y son los Estados miembros a quienes corresponde esta tarea, han advertido algunos eurodiputados, como el español Raúl Romeva (ICV).

En su opinión, "los inversores posiblemente sólo aceptarán desembolsar tal cantidad a cambio de alargar la vida útil de sus centrales nucleares, y eso sí seria del todo inaceptable".

Por su parte, la industria nuclear mostró hoy su compromiso con la "promoción de la seguridad óptima".

Foratom, la organización que representa al sector a nivel europeo, indicó en un comunicado que la industria se compromete a aumentar los márgenes de seguridad y los escenarios de riesgo a tener en cuenta "si fuera necesario".

Los ecologistas han mostrado su escepticismo ante la utilidad de las pruebas de resistencia que, a su juicio, presentan importantes lagunas.

"Han revelado serios problemas de seguridad, pero solo han arañado la superficie", denunció hoy Greenpeace, que lamentó que la CE no haya tenido en cuenta riesgos como los ataques terroristas, los accidentes aéreos, la edad de los reactores o los escenarios en que se combinan varios riesgos, como fue el caso de Fukushima.

La credibilidad de estos test también ha sido puesta en entredicho por el cierre temporal de dos reactores belgas, Doel 3 y Tihange 2, el pasado agosto tras detectarse miles de potenciales microfisuras en la cubeta del reactor, defectos no detectados en los resultados preliminares de las pruebas de resistencia.

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