La 'Tasa Tobin' europea, una amenaza para 81.000 puestos de trabajo en España

    • El 'think tank' de tendencia liberal Civismo advierte sobre el impacto negativo de la 'Tasa Tobin europea' sobre la actividad económica y el empleo.
    • Subraya que según los modelos de análisis económico que suele utilizar la Comisión Europea su puesta en marcha supondrá la pérdida de 641.000 puestos de trabajo en la UE-27.

El comisario europeo de Impuestos y Unión Aduanera, Algirdas Semeta, durante la presentación de la propuesta europea de Tasa de Transacciones Financieras.
El comisario europeo de Impuestos y Unión Aduanera, Algirdas Semeta, durante la presentación de la propuesta europea de Tasa de Transacciones Financieras.

Si todo se desarrolla según lo previsto el próximo 1 de enero de 2014 once países de la Unión Europea (España, Francia, Alemania, Bélgica, Austria, Eslovenia, Portugal, Grecia, Eslovaquia, Italia, y Estonia) pondrán en marcha el primer Impuesto Europeo sobre Transacciones Financieras.

La nueva figura tributaria alcanzará a "todas las instituciones financieras" y se aplicará sobre "todos los instrumentos y mercados", según han adelantado las autoridades europeas.

En concreto, el nuevo impuesto gravará con un 0,1% las transacciones con acciones y bonos, participaciones de fondos de inversión colectiva, acuerdos de recompra y de préstamo de valores e instrumentos del mercado monetario, y con un 0,01% las operaciones con derivados financieros.

Según las estimaciones realizadas por la Comisión Europea esos tipos reportarán una recaudación extra de entre 30.000 y 35.000 millones de euros, que servirán para compensar las inyecciones de recursos públicos recibidas por el sector financiero en los últimos cinco años y más a largo plazo para contar con un colchón de recursos para atender cualquier posible crisis en el sector sin recurrir al presupuesto público.

La aplicación de la tasa en España reportará unos 5.000 millones de euros.Una amenaza para 641.000 empleos

Y todo ello sin un impacto económico relevante, ya que según sostiene la Comisión Europea el riesgo derivado de que la banca repercuta el sobrecoste asociado a la nueva tasa sobre sus clientes en forma de nuevas comisiones o una política de crédito más restrictiva, quedará compensado por el efecto positivo de las reducciones de deuda públicas, rebajas de impuestos o políticas de inversión que se podrán activar con los recursos obtenidos por los países.

Esto es lo que sostiene el argumentario oficial de la Comisión, porque a juicio del think tankCivismo, de corte liberal, la aplicación de la Tasa Europea de Transacciones Financiera está lejos de tener un efecto neutro sobre la actividad económica.

Sí tendrá efectos... y no positivos, precisamente: reducirá el crecimiento económico, provocará una contracción de la inversión y tendrá un impacto demoledor sobre el empleo.

Civismo hace suyas las conclusiones de un informe realizado por otro think tank, New Direction, que partiendo de los propios modelos de impacto económico utilizados por Eurostat concluye que la aplicación de la nueva tasa supondrá una pérdida de 641.000 puestos de trabajo a nivel europeo.

España, lógicamente, no se librará del impacto. Según el informe, la puesta en marcha de esta figura tributaria amenaza la supervivencia de 81.000 empleos, muchos de ellos vinculados directamente al sector financiero y otros a sus proveedores: servicios informáticos, legales y de contabilidad.

Peor le irá a otros países: Alemania perdería 176.000 empleos, en Francia se destruirían 125.000 puestos de trabajo e Italia también sufriría la pérdida de 109.000 trabajos.

Tampoco serían los países que han acordado implantar esta tasa los únicos afectados. El más que previsible desplazamiento de actividad financiera desde la UE hacia otras regiones económicas como consecuencia del encarecimiento de la factura fiscal de todas las transacciones financieras que se realicen en la región impactarían sobre el resto del continente y, más concretamente, sobre la City londinense, el principal corazón financiero europeo.

New Direction estima en 65.000 los empleos que se perderían en el resto de Europa, la gran mayoría de ellos en Londres.Una mala idea

¿Tan negativo será el impacto de esa especie de 'Tasa Tobin europea'? Los analistas de New Direction y Civismo no tienen ninguna duda al respecto.

Creen que ese impuesto sobre la libre circulación de capitales no sólo duplicará la carga fiscal actual sobre este tipo de movimientos sino que reducirá hasta en un 75% la actividad en algunos mercados concretos.

Además, entienden que tendrá un efecto bumerán en alguno de los objetivos declarados por la tasa, como el de reducir la carga de deuda pública de los países.

De hecho, estima que al gravar la compra de títulos de deuda en los mercados secundarios (la tasa no grava la compra directa de bonos emitidos por los países pero si su posterior negociación y compra en los mercados secundarios) dificultará la financiación de los países en problemas y la encarecerá en una cuantía no inferior a 3.800 millones de euros.

"Las empresas e inversores que más operan en los mercados se marcharán a los países europeos donde ese tributo no existe", advierte el presidente de Civismo, Julio Pomés, "y al final las pérdidas reales superarán a los ingresos".

Tom Miers, director de New Direction, va más allá: "Causará graves daños económicos. Es hora de desechar este impuesto peligroso de una vez por todas". Queda dicho.

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