La UE busca convencer a Grecia para aprobar el embargo petrolero a Irán

  • Las reticencias de Grecia son el último escollo pendiente para que el próximo lunes la Unión Europea apruebe un embargo sobre los productos petroleros de Irán, según indicaron hoy varias fuentes diplomáticas.

Bruselas, 20 ene.- Las reticencias de Grecia son el último escollo pendiente para que el próximo lunes la Unión Europea apruebe un embargo sobre los productos petroleros de Irán, según indicaron hoy varias fuentes diplomáticas.

Los Veintisiete, que ya tienen un acuerdo político para vetar las importaciones de petróleo iraní, buscan dar garantías a Atenas de que su maltrecha economía no se verá golpeada por la puesta en práctica de la decisión.

Grecia es el Estado europeo con mayor dependencia del crudo procedente de Irán, especialmente porque el país persa no le exige garantías financieras a cambio del suministro.

El objetivo griego es asegurarse de que podrá comprar petróleo a otros productores en unas condiciones similares, algo que resulta complicado por la delicada situación financiera del país.

Según una fuente comunitaria, "hay una buena voluntad" por parte de varios productores de crudo para ofrecer un arreglo que satisfaga a Atenas, pero no hay tiempo para cerrar nada concreto de aquí al lunes.

"Tenemos que encontrar una forma de dar a Grecia garantías de que todo se arreglará para que dé luz verde", explicó esa misma fuente en referencia a la reunión que los ministros de Exteriores del bloque celebrarán el lunes en Bruselas y donde los Veintisiete quieren aprobar la aplicación del embargo.

Según aseguró la fuente, el resto de Estados miembros son conscientes de que las sanciones al crudo iraní podrían suponer "una nueva carga a las finanzas griegas" y, por ello, hay "voluntad política" para encontrar una solución.

Los embajadores comunitarios mantendrán una última reunión en la mañana del lunes. Si de ella no sale un acuerdo, el asunto llegará aún abierto a la mesa de los ministros.

Salvo Grecia, el resto de países han dado ya el sí a un embargo que, según la versión actual de los textos, prohibiría inmediatamente cualquier nuevo contrato petrolero con Irán y daría de plazo hasta el 1 de julio para poner fin a los ya existentes.

Los otros dos países europeos que importan grandes cantidades de crudo iraní, España e Italia, han dado el visto bueno a la fórmula, según fuentes diplomáticas.

En el caso español, ni siquiera se consideraría un problema adelantar la fecha del 1 de julio, aseguraron las mismas fuentes.

En paralelo, los Veintisiete aprobarán el lunes nuevas sanciones económicas contra Teherán, congelando buena parte de los activos del Banco Central iraní y, posiblemente, de alguna otra institución financiera.

Según el acuerdo de principio cerrado ayer, no se prevé un bloqueo completo al Banco Central, pues se incluye una provisión para permitir que "el comercio legítimo" continúe y para que la deuda iraní pendiente pueda ser pagada a los países europeos, informaron fuentes diplomáticas.

Todas las medidas tienen como objetivo presionar al régimen y dificultar la financiación de su programa nuclear, que la comunidad internacional sospecha que tiene fines militares.

Mientras endurece su política de sanciones, la UE mantiene al mismo tiempo la puerta abierta al diálogo, y así lo confirmarán el lunes los ministros de Asuntos Exteriores.

El ministro iraní de Exteriores, Ali Akbar Salehi, aseguró esta semana que Estambul es el lugar más probable para acoger nuevas negociaciones entre Irán y el "Grupo 5+1" (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania) para buscar una solución al contencioso nuclear.

La UE, sin embargo, sigue diciendo no tener una reacción concreta a la oferta de diálogo que planteó a Teherán hace meses.

Hoy, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, aseguró en un comunicado que Bruselas sigue a la espera de una respuesta iraní a la carta que remitió al Gobierno el pasado mes de octubre, en la que planteaba las bases para retomar las conversaciones.

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