Las academias francesas cuestionan un estudio sobre toxicidad de un maíz OGM

  • Las Academias científicas francesas cuestionaron hoy los resultados de un informe del científico de la Universidad de Caen Gilles-Eric Séralini que alerta de la toxicidad de un maíz transgénico de la compañía Monsanto, por "varias graves lagunas" en su contenido.

París, 19 oct.- Las Academias científicas francesas cuestionaron hoy los resultados de un informe del científico de la Universidad de Caen Gilles-Eric Séralini que alerta de la toxicidad de un maíz transgénico de la compañía Monsanto, por "varias graves lagunas" en su contenido.

También cuestiona la campaña periodística para divulgarlo. "La movilización mediática cuidadosamente orquestada con unos trabajos sin conclusión sólida plantea un gran problema ético".

A su juicio, "parece motivada más por consideraciones ideológicas que por la calidad o la pertinencia de los datos obtenidos", coincidieron las seis academias firmantes de un comunicado conjunto valorativo de la investigación de Séralini.

Añaden que el estudio publicado el mes pasado en la revista científica "Food and Chemical Toxicology" fue presentado con un montaje informativo muy estudiado, lo que "constituye una falta grave cuando contribuye a propagar entre el público miedos que no se basan en ninguna conclusión efectiva".

Sobre las bases de ese estudio, el Gobierno francés reclamó reglas europeas "mucho más estrictas" para la autorización de transgénicos, y afirmó que se veía confortado en su moratoria a la autorización europea a cultivar un maíz transgénico de Monsanto, el MON810, que no es el de la polémica investigación.

El resultado de ese montaje mediático ha sido -concluyeron- "un refuerzo del miedo a los OGM (organismos genéticamente modificados) propagado por una prensa 'catastrofista'", algo "particularmente grave para las poblaciones que consumen OGM en gran cantidad, como Sudáfrica", pero también en otros países donde el uso de transgénicos puede verse amenazado.

Las academias de agricultura, medicina, farmacia, ciencias, tecnologías y veterinaria reconocieron que no han hecho un análisis en profundidad del artículo de Séralini porque les parecía "inútil" dado que ese trabajo ya se le ha encomendado en Francia a otros dos organismos.

Se trata de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, del Entorno y del Trabajo (ANSES) y al Alto Consejo de las Biotecnologías (HBC).

Pero pese a no haber examinado en profundidad el trabajo del científico de la Universidad de Caen, los académicos criticaron, entre otras cosas la metodología estadística de Séralini y las ratas utilizadas en la experiencia para evaluar la toxicidad del maíz, que espontáneamente ya tienen una predisposición genética a desarrollar tumores.

Según las conclusiones del estudio dirigido por Seralini, las ratas que fueron alimentadas con el maíz transgénico NK603 de Monsanto, en algunos casos tratados con el herbicida Rondup de la misma firma estadounidense, presentaban una mortalidad netamente superior que la población de referencia y muchos más tumores.

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