Las empresas de diseño,"desprotegidas" ante las copias que desvirtúan el arte

  • Inmaculada Tapia.

Inmaculada Tapia.

Madrid, 23 nov.- Joan Mellen, director de Reunión de Empresas de Diseño (RED), asegura que el sector se encuentra desprotegido ante la copia, un perjuicio para los creadores, ya que la utilidad del producto "desvirtúa el concepto de arte".

"Copiar un producto es robar", señala con vehemencia el director de RED, y solicita un cambio del marco jurídico internacional de la Propiedad Intelectual.

En la misma línea se manifiesta Jose María Milá, vicepresidente de Santa&Cole, inmerso en un proceso jurídico contra el gobierno de Catar por la copia de algunos de sus diseños.

"Si admitimos que detrás de un objeto hay un diseñador, hay que tejer un ámbito jurídico estable", apunta Milá, quien asegura que la Ley de Propiedad Intelectual está influenciada por el mundo de la literatura, la pintura, del arte, "pero no de las artes creativas".

El empresario se pregunta si diseños de Gaudí o Dalí como sofás, manecillas, mesas u otros de los objetos creados por estos artistas podrían ser considerados obras de arte.

Cuando la referencia son grandes creadores la respuesta es menos difusa, y defiende un marco jurídico más definido para el sector.

"Una lámpara emblemática como la de Miguel Milá no debería estar protegida solo por la propiedad industrial", indica José María MIlá, y añade que los herederos deberían tener capacidad para defender su diseño y cobrar derechos de autor si se reproduce.

Reunión de Empresas de Diseño es una asociación de la que forman parte 40 empresas de diseño españolas, de las 9.000 que existen en el sector, y solo ellas facturan en el ámbito internacional el 25 % de la suma global.

Entre las empresas que la conforman se encuentran industrias del mueble, iluminación, textil hogar, revestimientos y complementos decorativos.

"El diseño no es un guiño de modernidad, es una estrategia de empresarial", comenta Joan Mellen. Un sector pequeño al que, asegura, nadie presta atención.

Y, sin embargo, advierte que junto con la moda y la gastronomía, es una herramienta que genera "imagen-país", y solicita a la administración que utilice el diseño para potenciar la imagen de España.

"Nadie nos ha dicho que somos "marca España", pero sabemos que los somos", sentencia.

Con esa seguridad explica que el diseño en nuestro país ha invertido en innovación e internacionalización. "Estamos generando economía".

Milá apuntala esa reflexión añadiendo que el diseño "no es un guiño de modernidad. Es una estrategia empresarial".

Ambos consideran el diseño industrial como un elemento más de la cultura. "Una cultura accesible que se puede tener en casa y en los despachos", explican.

Y reivindican el buen gusto. "No es una cuestión de dinero es una cuestión de clase".

Mellen considera que queda mucho por hacer, pero que el impulso de las instituciones podría dar el empuje definitivo al sector. Por lo que sugiere que las residencias del Jefe del Estado y del Gobierno se decoren con creaciones españolas, así como embajadas o las sedes del Instituto Cervantes.

Una manera, dice Mellen, de reforzar la imagen de España en el exterior como ya hacen algunos países como Francia e Italia.

Define a Barcelona como una ciudad nuclear que capta tendencias de "moda y diseño", un referente para el mundo en esos ámbito.

Algo de lo que también son capaces otras ciudades que hay que potenciar, concluye.

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