Las negociaciones contrarreloj de Tsipras y Varoufakis se dan de bruces con el BCE y Merkel

    • El Banco Central Europeo (BCE) mantiene que si no se extiende el segundo rescate, que vence el próximo 28, cortará el grifo de la liquidez a la banca griega.

    • En Bruselas gesta una reunión de los socios de la eurozona para el próximo 11 de febrero, con la idea de encontrar un marco de entendimiento.

Tsipras pide "tiempo" para hacer "reformas muy profundas"
Tsipras pide "tiempo" para hacer "reformas muy profundas"
A. Acosta

Poco tiene que esperar, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, de su próxima reunión con su homólogo alemán, Wolfgang Schauble. Esta vez, es el Banco Central Europeo (BCE) el que ha dicho "Nein". Varoufakis se ha declarado optimista, pero fuentes del BCE aseguran que el presidente de la institución, Mario Draghi, ha reiterado que no puede reestructurar la deuda griega. El plan alternativo de Varoufakis, que ayer despertó el entusiasmo en el parqué de Atenas, quedaría desestimado.

Y mientras, el contador sigue corriendo. El BCE también deja claro que sin una extensión del segundo rescate no puede seguir proporcionando liquidez a las entidades griegas. Ese plan concluye el 28 de febrero, y sin el BCE la banca griega perdería la liquidez necesaria para financiar, a través del Tesoro heleno, la deuda a corto plazo. Fuentes de Atenas citadas por France-Presse afirman Alexis Tsiripas busca un "acuerdo transitorio".

Después, se trataría de preparar, "de común acuerdo" con la Unión Europea (UE) un plan definitivo de reformas y de financiamiento a cuatro años (2015-2018). Pasaría por negociar el problema de la deuda, abandonar la exigencia de conseguir un excedente primario del 4,5% del PIB en 2016, a cambio de importantes reformas en términos de corrupción y fraude fiscal.

La "próxima parada" sería el miércoles 11 de febrero, un día antes que el Consejo Europeo. Los 19 socios de la eurozona deberían encontrar un marco que evite la suspensión de pagos griega. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ya ha adelantado que negociaciones "van a ser difíciles, van a necesitar cooperación, así como el importante esfuerzo de Grecia".

Berlín no cede un milímetro

Y si Tusk admite que puede haber negociaciones, en Berlín mantienen una postura inamovible. Un documento filtrado a la agencia Reuters, mostraría una gélida respuesta por parte del Gobierno de Angela Merkel que mantendría su exigencia sobre los ajustes y reformas realizados por el anterior Gobierno griego. Tampoco cedería a la hora de 'desactivar' la Troika (BCE, CE y FMI).

Alemania se mantiene firme. La relajación para Grecia podría suponer que otros quisieran seguir su camino. Como concluye el economista Kenneth Rogoff, en su último artículo en Project Syndicate, "tarde o temprano otros países periféricos de Europa seguirán a Grecia".

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