Las reservas se disparan en El Celler a la espera de recibir a los ganadores

  • Las reservas para disfrutar de una mesa en El Celler de Can Roca, desde ayer considerado el mejor restaurante del mundo, se han disparado hoy, mientras los padres de los hermanos Roca y el personal del establecimiento esperan el regreso de Londres de los ganadores.

David Álvarez

Girona, 30 abr.- Las reservas para disfrutar de una mesa en El Celler de Can Roca, desde ayer considerado el mejor restaurante del mundo, se han disparado hoy, mientras los padres de los hermanos Roca y el personal del establecimiento esperan el regreso de Londres de los ganadores.

La encargada de la recepción no ha parado de atender llamadas de clientes que buscan día y hora, y al mediodía ya no quedaba un solo hueco entre semana hasta el próximo noviembre y, en fin de semana, hasta marzo de 2014, prácticamente dentro de un año.

El ambiente en el Celler de Can Roca era hoy de satisfacción por el éxito, aunque sin descuidar el trabajo, convencidos de que el esfuerzo ha sido la clave del galardón conseguido en la gala de la revista gastronómica Restaurant.

Los dos jefes de cocina, el español Nacho Baucells y el argentino Luchetti Hernán, han explicado a EFE que no había prevista ninguna celebración especial para recibir a los hermanos Roca, que tienen prevista su llegada a Girona sobre las 22.00 horas.

Para Baucells, la diferencia de El Celler de Can Roca respecto al resto de restaurantes que competían por el galardón radica en la personalidad de sus propietarios, "porque a nivel culinario prácticamente es imposible distinguir entre los cinco mejores de la lista".

"Los Roca son gente muy accesible, con los que puedes hablar de lo que quieras y que siempre están dispuestos a ayudarte, están para lo que necesites, incluso con los alumnos en prácticas que vienen para un mes", ha señalado este jefe de cocina.

Nacho Baucells considera que "cada hermano aporta una cosa diferente -Joan es chef, Jordi repostero y Josep sumiller-" y que "los tres se complementan".

Baucells, tras el premio, reconoce que "nadie sabe dónde está ahora el límite, aunque ya no se puede llegar más arriba" y ha confirmado que nadie ha preparado un recibimiento especial para los ganadores y que, esta noche, se trabajará "igual que cada día, porque eso es lo que ha servido para ser los número uno".

Los dos jefes de cocina de El Celler de Can Roca vieron ayer la gala junto a los padres de los Roca, Josep Roca Pont y Montserrat Fortané, que regentan un restaurante muy cerca de El Celler.

El establecimiento de Josep y Montserrat fue la primera escuela de los tres hermanos al frente del mejor restaurante del mundo y, hoy, como cada día, los trabajadores de El Celler tenían cita allí, porque es donde comen a diario sobre las 12.00 horas.

Una cincuentena de cocineros e integrantes del personal han acudido al establecimiento de Josep y Montserrat, que estaban exultantes con la noticia.

La madre de los Roca se siente ganadora del premio "en parte", aunque puntualiza que ella les enseñó "a trabajar", pero que los platos que hacen ahora nada tienen que ver con los que ella elabora.

Montserrat espera que alguno de sus nietos siga en el futuro con la tradición familiar y, como madre, intuye que sus hijos van a ir todavía "más atareados que antes". EFE

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