Las subidas del volumen en la tele, en el punto de mira de la ONU

La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) ha decidido hacerse eco de las quejas de telespectadores que se producen en la mayoría de países por los bruscos cambios de volumen que se registran muchas veces en el televisor cuando se cambia de canal o llega una interrupción publicitaria.

El organismo dependiente de la ONU está estudiando una nueva norma sobre el nivel sonoro de los programas de televisión, a fin de acabar con estos molestos cambios de volumen que "irritan" a muchos televidentes y que aún se han hecho notar más con las nuevas señalas digitales debido a la mayor calidad sonora.

La UIT propondrá a los países miembros "uniformizar el volumen de los programas intercambiados internacionalmente", según anunció en su página web y recoge Servimedia.

La UIT explica que los telespectadores suelen culpar de estas diferencias de volumen a técnicos de sonido "descuidados" o a políticas deliberadas de los organismos de radiodifusión y publicitarios, pero, en realidad, hay diversas razones técnicas que explican estas diferencias de "sonoridad" que no se pueden controlar fácilmente en el estudio de radiodifusión.

Cuando un técnico mide el sonido, el sonómetro registra la intensidad de la señal sonora eléctrica, que no da una indicación directa del volumen de sonido que recibirá el telespectador en su televisor. El volumen también depende de otros parámetros, como los valores máximo y mínimo (o el grado de compresión) del sonido.

Para solucionar el problema, los organismos de radiodifusión necesitan un monitor o medidor que indique la "sonoridad" (y no una intensidad de señal eléctrica), y llegar a un acuerdo sobre una norma que fije el nivel de sonoridad, a fin de que los técnicos de sonido de todo el mundo puedan efectuar el mismo ajuste.

En su proyecto de recomendación, que someterá a la aprobación de los gobiernos nacionales, la UIT se propone cómo medir los niveles sonoros y fijarlos en el intercambio internacional de programas para que los telespectadores obtengan un volumen más constante.