Leguina cree que gonzález no quiso hablar de los gal, pero no fue capaz de no responder

El ex presidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina interpretó hoy que el ex presidente del Gobierno Felipe González no quiso expresamente sacar el tema de los GAL en la reciente entrevista que concedió al diario "El País", sino que lo que ocurre es que no es capaz de rechazar una pregunta.
En declaraciones a un grupo de periodistas tras la presentación de su libro "El duelo y la revancha", editado por La Esfera de los Libros, Leguina explicó que el escritor y periodista Juan José Millás, en principio, no quería hacer una entrevista al uso, sino un seguimiento, una semblanza, "una entrevista en la sombra, que llama él". Sin embargo, luego se dio cuenta de que podía hacer una entrevista convencional, y se la mandó a González.
En este momento, continuó, González podía haber dicho "esto no", en referencia a la pregunas sobre los GAL, incluida la que generó la revelación del ex presidente de que tuvo una ocasión de haber autorizado el asesinato de toda la cúpula de ETA.
"Pero yo conozco a Felipe González y nunca haría eso. Nunca diría esto no, eso le cuesta mucho, y prefirió afrontar las rasgaduras de vestiduras de todos", interpretó, aclarando que el ex jefe de Gobierno no se lo ha contado personalmente. "Era obvio que si quedaba en la entrevista iba a ir al titular, y así ocurrió".
Con todo, Leguina afirmó que a él le parece que González "no dijo nada que no estuviera en la mente de mucha gente". "¿O es que se creen que el Estado es un rosal?", se preguntó, para responderse: "No, el Estado está lleno de mierda, y gracias a eso sobrevivimos, gracias a que el Estado puede defenderse con muchas armas".
Para reforzar este argumento, recordó las palabras del ex ministro de Cultura Jorge Semprún, cuando le preguntaron si en Francia podría haberse dado el caso del ex agente del CESID (actual CNI) Juan Alberto Perote, que vendió información clasificada al ex presidente de Banesto Mario Conde, y luego se publicó en el periódico "El Mundo". Semprún respondió: "En Francia, en lugar de un Perote vivo, habría un Perote muerto".