Lindt gana la batalla de los ositos de goma a Haribo en Alemania

  • La Corte Federal Alemana desestimó este miércoles la demanda del productor alemán de golosinas Haribo contra el chocolatero suizo Lindt al que acusaba de copiar sus ositos de goma.

"La venta por Lindt de figuritas de chocolate con forma de oso, envueltas en un papel dorado con una cinta roja, no representa un perjuicio para la marca 'El oso de oro' de Haribo ni una imitación ilícita" de sus productos, indicó la máxima jurisdicción del país en un comunicado.

La batalla judicial había empezado a finales de 2012, con una denuncia de Haribo, famoso por golosinas como las fresas Tagada o los ositos de goma, por estimar que Lindt & Sprünglin había copiado su marca.

El motivo de la demanda fue el oso de Lindt, el "Lindt Teddy", que invadió los supermercados alemanes en 2012 para las fiestas de Navidad. Pero según la compañía suiza, su oso de chocolate con leche está inspirado en el conejo de Pascua de la marca, que también se vende en un papel dorado con una cinta roja.

Lindt celebró este miércoles la decisión de la corte y aseguró que seguirá vendiendo sus "Teddy" en la próxima campaña de Navidad.

El tribunal de Colonia (oeste) dio la razón a Haribo, en primera instancia, al considerar que había muchas posibilidades de que los consumidores confundieran los dos tipos de ositos.

Después de que Lindt recurriera esa decisión, otro tribunal desestimó la demanda de Haribo, al considerar que no "había un parecido suficiente" entre los productos de ambas marcas.

A principios de 2014, el caso llegó a la Corte Federal Alemana, que puso fin a la disputa este miércoles.

No se le pedía a los jueces que compararan los nombres de los dos productos ni las dos empresas entre sí, sino que determinaran si existía un parecido entre el nombre de uno de los productos y el aspecto formal del otro. "No hay similitud simbólica" entre los dos, zanjó.

Con sus dos centímetros de altura, el osito de goma simboliza Haribo, una empresa creada en 1920 en Bonn (oeste), tanto en Alemania como en el mundo anglosajón.

La compañía, que produce cada día 100 millones de "ositos de oro", los comercializó por primera vez en 1967. Ya había creado un caramelo con forma de oso décadas antes, en 1922.

Lindt también sabe acudir a los tribunales para defender sus intereses. En 2012, la empresa suiza intentó registrar su "conejo de oro" ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, después de que una marca austriaca vendiera un conejo de chocolate envuelto en un papel dorado.

Pero la justicia europea rechazó esa petición, argumentando que el conejo del chocolatero suizo no presentaba suficientes signos distintivos para ser considerado como único en Europa.

Debido a su legislación muy protectora, Alemania es a menudo escenario de conflictos entre compañías respecto a sus patentes o marcas.

La Corte Federal también se pronunció sobre otro conflicto entre empresas. El banco español Santander demandó a las cajas de ahorro alemanas por utilizar el rojo en sus logotipos, un color sobre el que asegura tener el monopolio en Alemania. El Tribunal consideró que ese caso deberá ser reexaminado por una corte de apelación.

En un conflicto judicial similar, Beiersdorf lleva años defendiendo ante los tribunales que el azul característico de sus botes de crema Nivea debería ser considerado como una marca registrada, y que su competidor Unilever no tiene derecho a utilizarlo.

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