Lisboa, 17 nov.- El Banco de Portugal (BdP) espera recibir ofertas vinculantes por el Novo Banco, la entidad creada con los activos "buenos" del extinto Banco Espírito Santo (BES), durante el segundo trimestre de 2015.
El gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, hizo hoy este anuncio en la primera sesión de la comisión parlamentaria que investiga lo ocurrido en el BES, tercera mayor entidad portuguesa hasta que fue intervenida en agosto al detectarse irregularidades en su gestión, lo que derivó en la creación de Novo Banco a partir de sus activos sanos.
Novo Banco es propiedad del llamado Fondo de Resolución y fue recapitalizado con 4.900 millones de euros, 3.900 procedentes de un crédito público concedido por el Estado y el resto de aportaciones de los bancos portugueses.
La nueva entidad está destinada a venderse en un máximo de dos años, para lo que el Banco de Portugal espera empezar a recibir ofertas en 2015.
"Esperamos ofertas orientativas a principios de año y ofertas vinculantes a mediados del segundo trimestre", dijo Costa, quien añadió que saben que "hay interesados" en comprar la entidad.
Consideró positiva la posibilidad de encontrar un comprador que ofrezca un poco menos de los 4.900 millones procedentes del rescate total, que le permitiría amortiguar al Estado y los bancos gran parte de la inyección.
Entidades como el Banco Portugués de Inversiones (BPI) ya manifestaron su interés en Novo Banco y otras, como el Santander, aseguraron que siguen con atención el proceso de venta.
Durante su intervención, Costa aludió al impacto que podría tener la intervención del BES en las cuentas públicas.
El gobernador del Banco de Portugal afirmó que el efecto integral en los presupuestos será "nulo", aunque admitió que podría tener un impacto negativo a corto plazo en función de cómo lo contabilice la oficina europea de estadística, Eurostat.
Si Novo Banco se vende por menos de 4.900 millones, la operación generará unas pérdidas que serán asumidas por el sistema bancario portugués, del que forma parte la entidad pública Caixa Geral de Depósitos.
Aunque todavía no se ha decidido cómo se gestionarán esas eventuales pérdidas, Costa señaló que una posibilidad sería convertirlo en un crédito del Estado que los bancos portugueses tendrían que reembolsar en varios años.
La comisión parlamentaria sobre el BES se desarrollará durante cuatro meses e interrogará a más de un centenar de personas para tratar de esclarecer lo ocurrido en el considerado mayor escándalo financiero de la historia reciente de Portugal.
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