Los abusos de hoteleros brasileños con Río+20 espantan a los extranjeros

Manuel Pérez Bella

Río de Janeiro, 12 may.- Los hoteleros de Río de Janeiro han aprovechado la próxima conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20 para "hacer su agosto" (lucrarse con el negocio) con una escalada de precios que ha causado espanto a varias delegaciones extranjeras y motivado una investigación oficial.

El director jurídico de la Fundación de Defensa del Consumidor de Río de Janeiro (Procon), Carlos Edson Monteiro, afirmó a Efe que se han detectado casos aislados de subidas no justificadas de precios, pero consideró que "no es un problema generalizado" a pesar de las quejas de numerosos participantes en Río+20.

El exorbitante precio de los hoteles llevó al Parlamento Europeo a anunciar este martes, por medio del eurodiputado holandés Gerben Jan Gerbrandy, la cancelación de su participación en la conferencia.

El eurodiputado se mostró "decepcionado" por los abusos del sector hotelero de la ciudad que en algunos casos cobra hasta 600 euros por noche.

Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil dijo a Efe que aún no se había recibido ninguna notificación oficial sobre la ausencia de la delegación del Parlamento Europeo.

Algunas delegaciones han anunciado la reducción del número de reservas, lo que es "comprensible y natural" en este tipo de eventos, en palabras el portavoz.

El Procon y varios organismos públicos mantuvieron el pasado abril una reunión con la asociación de hoteleros para "sensibilizarlos" y evitar la necesidad de aplicarles multas que podrían ascender hasta seis millones de reales (unos tres millones de dólares).

Río+20 congregará entre el 20 y el 22 de junio en esta ciudad brasileña a unos cien jefes de Estado y de Gobierno y cerca de 50.000 personas acreditadas para discutir el concepto de economía verde y la reforma de los organismos multilaterales de desarrollo sostenible y medio ambiente.

Conseguir una reserva de hotel en la ciudad para esas fechas es prácticamente imposible y cuando se encuentra alguna el precio suele duplicar o triplicar el habitual.

El Parlamento Europeo se quejó también de la obligación de hacer reservas de hotel por semanas enteras, a pesar de que las reuniones de alto nivel solo duran tres días.

Según la prensa brasileña, varios países europeos y asiáticos, así como organizaciones no gubernamentales, también han decidido recortar el tamaño de sus delegaciones en Río+20 por el excesivo coste del alojamiento.

La organización ofreció a las delegaciones varios paquetes cerrados, con un mínimo de tres noches y un máximo de diez, aunque la distribución de las plazas depende de una agencia de viajes contratada por el Gobierno que cuenta con autonomía, según el portavoz.

El Gobierno reservó desde el año pasado cerca de 12.000 habitaciones para el personal de Naciones Unidas y las delegaciones oficiales y, según datos de la asociación de hoteleros, cerca del 95 % de las 33.000 plazas de la ciudad estarán llenas desde el 13 y el 22 de junio, periodo en el que se organizarán decenas de actos paralelos a Río+20.

Los pocos hoteles que aún ofrecen habitaciones ofertan paquetes cerrados de diez noches y además exigen el pago por adelantado, según constató Efe.

Los paquetes de diez noches en hoteles de tres estrellas rondan los 4.100 reales (unos 2.100 dólares), mientras que los establecimientos de lujo piden hasta 1.770 reales (907 dólares) por persona y noche en las habitaciones más simples y sin derecho al desayuno, que se cobra aparte.

El Procon considera que la oferta de paquetes cerrados es "abusiva", aunque hasta ahora no ha recibido denuncias, según Monteiro.

Para cubrir el déficit de habitaciones, la Alcaldía ha pedido a los cariocas alquilen habitaciones de sus casas a los participantes en Río+20 y en los eventos alternativos.

De forma paralela, se han abierto un par de páginas web con anuncios de particulares para el alquiler de apartamentos, habitaciones y camas durante la conferencia.

Quien no pueda pagar estos precios tendrá la opción de alojarse en tiendas de campaña, en un campamento provisional que la Alcaldía va a montar en el parque de la Quinta da Boa Vista.

Otra alternativa de las autoridades es que quienes no consigan hotel en Río de Janeiro se alojen en ciudades vecinas, como Petrópolis, a 68 kilómetros del centro de la ciudad y a casi cien del lugar donde se celebrará la reunión.