La bolsa de Nueva York iniciaba hoy la segunda sesión de la semana con un tono muy positivo, con ayuda de algunos datos económicos favorables, y el Dow Jones de Industriales avanzaba el 0,75% al cumplirse la primera media hora de negocios.
Ese avance representa un alza de 76,86 puntos respecto de la sesión anterior, en la que ese indicador cerró con un leve descenso, para situarse en 10.267,75 unidades.
El selectivo S&P 500 subía el 0,82% (8,93 puntos) y se instalaba en 1.098,56 unidades, al tiempo que el índice compuesto del mercado Nasdaq ganaba el 1,11% (24,86 puntos) y llegaba a 2.268,82 unidades.
Los inversores se mostraban decididos este martes a comprar valores bursátiles, animados en parte por datos oficiales que reflejaron un descenso del 0,6% en los precios de las importaciones a EEUU respecto de abril y signos de mejoría en la actividad manufacturera en el área de Nueva York en este mes.
El ascenso en Wall Street ocurría en paralelo a la jornada alcista que predominaba también en las bolsa europeas y al avance del euro frente al dólar.
Por esa divisa europea se pagaban en esta ocasión 1,2286 dólares, comparado con 1,2223 dólares el día anterior.
El sector de empresas de equipamiento y el tecnológico, con alzas de entorno al 1,4%, además del de energía (1,35%) y el industrial (1,28%) iniciaban la jornada con algo más de vigor que el resto.
Boeing (2,64%), Microsoft (2,11%), Alcoa (2,03%), Disney (2%) y Caterpillar (1,89%) lideraban el avance entre los 30 componentes del Dow y les seguían American Express (1,59%) e Intel (1,29%), que también lograban avances más sustanciales que el resto.
Tan sólo dos empresas incluidas en ese índice, Home Depot (-0,87%) y Bank of America (-0,26%) registraban descensos en el valor de sus acciones.
Fuera de ese índice, los títulos de la petrolera BP que se negocian en la Bolsa de Nueva Yoprk se depreciaban un día más, en este caso el 1,89%, en una jornada en que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se dirigirá al país para hablar del derrame de crudo en el Golfo de México y un día antes de recibir en la Casa Blanca a los máximos responsables de esa empresa, que gestionaba la plataforma que explotó el 20 de abril.
La deuda pública estadounidense a diez años subía de precio y ofrecía una rentabilidad del 3,26%.
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