EP. El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha apostado por que el Banco Central Europeo (BCE) aproveche que la inflación está "controlada" para realizar un cambio en sus estatutos y poder dedicar parte de su actuación a dotar de liquidez a las empresas que atraviesan por dificultades en la financiación.
Durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Europa Press, Rosell ha hecho este llamamiento tras conocer que el IPC se redujo un punto, hasta el 1,4% interanual en abril, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según ha argumentado, la inflación está a la baja por la debilidad de la demanda interna, con lo que el dato de abril es "absolutamente lógico" y una muestra de que "habría que decirle (al BCE) que la inflación no es el problema".
Ello le ha valido para asegurar que este escenario debería permitir un cambio en los estatutos del BCE, en la línea de la FED y el Banco de Inglaterra, para que se pueda dedicar a inyectar liquidez a las economías. "Es tan importante el tema de la liquidez que habría que replantearse muchas cosas", señaló.
"El BCE debería ser más imaginaivo, más arriesgado. Debería estar para otras cosas aparte de la inflación. La financiación es un tema vital para nosotros", subrayó Rosell.Plan de proveedores
Respecto a las dificultades de financiación, el presidente de la patronal afirmó que "lo mejor que ha hecho el Gobierno en estos años es el plan de pago a proveedores", que ya inyectado 27.000 millones de euros a la economía española en 2012 y que el Ejecutivo pretende reeditar este año.
"Estábamos ahogados, y el plan de proveedores ha puesto la bicicleta en marcha", dijo gráficamente Rosell, aunque reconoció que a las empresas les sigue faltando otro tipo de financiación. Prueba del éxito de este plan es que el Gobierno italiano lo ha copiado "de cabo a rabo".
El máximo dirigente de la patronal hizo hincapié en que España tiene un problema de déficit público, tras pasar en dos años (de 2009 a 2011) de un superávit del 1,9% a un déficit del 11%, lo que obliga a que ahora el déficit haya que cuadrarlo "a martillazos". "Es traumático, pero no queda más remedio", asumió.
Preguntado por su opinión sobre un 'déficit a la carta' de las comunidades autónomas, advirtió de que si se habla de relajación, "aquí nos relajamos muy rápido, y hay que seguir reduciendo el déficit", y dejó claro que "lo importante son las personas y no los territorios", de modo que servicios esenciales como la sanidad, la educación y la dependencia "sean iguales para todos", independientemente de la región en que vivan.No a los continuos cambios en política tributaria
En cuanto a la política impositiva, señaló que "no se puede tener ese ritmo frenético de cambio de impuestos". "No es de recibo que el IRPF se cambie cada año 55 veces", dijo, y abogó por mantener la misma política tributaria durante al menos toda una legislatura.
En cuanto a la polémica sobre si España debería bajar los impuestos, afirmó que "a los empresarios nos gustan los impuestos poquitos, y recordó su queja tradicional sobre las cotizaciones sociales. Por ello abogó por observar los tipos efectivos de los impuestos, donde, a su juicio, "hay mucho que hacer".
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