Los líderes de la UE aceptan retocar el Tratado para proteger al euro

  • Bruselas.- Los líderes de la Unión Europea abrieron la vía a una reforma limitada del Tratado de Lisboa para dotar a la zona euro de un mecanismo permanente de estabilización financiera que permita hacer frente a crisis graves de solvencia como la que afectó a Grecia esta primavera.

La UE asume el riesgo de una reforma del Tratado de Lisboa en beneficio del euro
La UE asume el riesgo de una reforma del Tratado de Lisboa en beneficio del euro

Bruselas.- Los líderes de la Unión Europea abrieron la vía a una reforma limitada del Tratado de Lisboa para dotar a la zona euro de un mecanismo permanente de estabilización financiera que permita hacer frente a crisis graves de solvencia como la que afectó a Grecia esta primavera.

Según explicó en rueda de prensa el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el compromiso logrado esta noche por los Veintisiete es doble.

"Nos hemos puesto de acuerdo sobre el principio de que hace falta un mecanismo permanente (de resolución de crisis) y de que, para ello, es preciso una modificación limitada de los tratados", resumió el presidente europeo.

Los socios europeos respaldaron, así, la petición franco-alemana de revisar el Tratado con el fin de proporcionar el mayor blindaje jurídico a un nuevo instrumento permanente de estabilización de la Eurozona.

Aunque los gobiernos europeos van a endurecer sus normas de disciplina presupuestaria, no descartan que puedan ocurrir "sorpresas" y que sea necesario en un futuro acudir en ayuda de un estado incapaz de financiarse de manera normal.

Si eso ocurriera, no quieren tener que improvisar otro instrumento que repercuta todo el coste sobre los presupuestos públicos y corra el riesgo de ser denunciado ante los tribunales.

Los jefes de estado o gobierno encargaron a Van Rompuy que entable, con ese único fin, "consultas" con el resto de los líderes "sobre una reforma limitada del Tratado".

Dicha reforma, según el texto acordado hoy, no podrá modificar el artículo 125 del Tratado que prohíbe el rescate puro y simple de un miembro de la Eurozona por sus socios.

Paralelamente, la Comisión Europea preparará el trabajo "sobre las características generales del futuro nuevo mecanismo" en aspectos tales como el papel que se reservará en él al sector privado o al Fondo Monetario Internacional, o la "fuerte condicionalidad" con la que el programa deberá operar.

El acuerdo de hoy prevé que el Consejo Europeo, sobre la base de los informes de Van Rompuy y de la CE, volverá a examinar la cuestión en su próxima sesión de diciembre, con vistas a tomar entonces una decisión final, tanto en lo que respecta a las características del mecanismo anticrisis como a la manera de lograr una reforma limitada y rápida del Tratado.

El objetivo es que cualquier cambio "pueda ser ratificado como muy tarde para mediados de 2013", fecha en la que caducará la facilidad financiera de emergencia que se puso en marcha el pasado mayo para evitar el contagio de la crisis griega.

Mucho más difusa ha sido la respuesta de los líderes a la exigencia alemana de que la revisión del Tratado incluya también la posibilidad de privar de su derecho de voto al estado cuya política presupuestaria ponga en verdadero peligro a la Eurozona.

El párrafo referido a esta cuestión afirma que el presidente del Consejo Europeo examinará "posteriormente", en consultas con los Estados miembros, "la cuestión del derecho a participar en la toma de decisiones en los procedimientos de la unión económica y monetaria, en caso de amenaza permanente a la estabilidad de la UEM en su conjunto".

Para contentar al primer ministro británico, David Cameron, los dirigentes europeos añadieron un párrafo al proyecto de conclusiones de la cumbre en el que reconocen la necesidad de que el rigor se traslade igualmente al presupuesto de la UE.

"Resulta esencial que el presupuesto de la Unión y el próximo marco financiero plurianual reflejen los esfuerzos de consolidación fiscal que realizan los estados miembros", afirma el texto.

Van Rompuy dejó claro que con las decisiones de hoy "no se trata de reabrir el tratado: hacía falta responder a una necesidad".

Para poder contar con un mecanismo permanente de gestión de crisis, "hacía falta el asidero más fuerte" y, por ello, los gobernantes europeos han aceptado la idea de retocar el Tratado en una forma y plazos todavía por determinar.

Los Veintisiete se pusieron de acuerdo hoy también sobre los principios de una amplia reforma de las reglas de disciplina presupuestaria.

Van Rompuy destacó especialmente la introducción de un nuevo marco de vigilancia de los desequilibrios macroeconómicos, a la que calificó como una "gran innovación".

El presidente de la CE, José Manuel Durão Barroso, destacó el compromiso de los gobiernos europeos de seguir una vía acelerada para la tramitación de todas las propuestas legislativas que tienen que traducir ahora en textos vinculantes los compromisos alcanzados hoy.

"Europa puede estar orgullosa de que es capaz de completar la unión monetaria con una verdadera unión económica", dijo el presidente del Ejecutivo comunitario.

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