Los movimientos "claves" de Bretón

  • Entre las piezas fundamentales del puzzle en el que se convirtió la investigación sobre la desaparición de los pequeños Ruth y José en Córdoba, se encontraban los movimientos que su padre, José Bretón, hizo aquel día 8 de octubre del 2011.

Luis Ortega

Córdoba, 4 jul.- Entre las piezas fundamentales del puzzle en el que se convirtió la investigación sobre la desaparición de los pequeños Ruth y José en Córdoba, se encontraban los movimientos que su padre, José Bretón, hizo aquel día 8 de octubre del 2011.

Para ello, los agentes contaban con las declaraciones de los familiares paternos de los niños que sabían de primera mano lo que Bretón hizo, o pudo hacer, durante toda la mañana. Sin embargo, todos ellos, amparados por la ley, se negaron a prestar testimonio ante el tribunal jurado.

Solo el cuñado de Bretón, obligado a declarar, ofreció, con muchas dudas, una versión de lo que hizo el acusado en la mañana del suceso.

Asegura que Bretón llegó a su casa por la mañana (no pudo precisar la hora), se quedó al cuidado de sus hijos y luego lo llevó a casa de sus suegros, lugar desde donde el acusado partió con sus pequeños hasta la finca de "Las Quemadillas".

Una versión poco creíble para los investigadores y para el juez instructor del caso, que mantenían que Bretón acudió a la finca sobre las 11.00 horas para preparar el "macabro plan de asesinar a su hijos", según consta en el sumario del caso.

Sin cámaras que atestigüen la presencia de Bretón esa mañana en la finca y con el endeble testimonio de una persona que pasaba por allí en ese momento y dice que vio al acusado, de pasada, parado en las inmediaciones, los investigadores se centraron en su teléfono móvil para tratar de reconstruir sus movimientos ese día.

Al ser un modelo de última generación, el teléfono móvil del acusado ofrecía a los investigadores un registro de datos importantes para elaborar un mapa de la localización de Bretón ese día y en horas concretas.

Los expertos en telecomunicaciones que desgranaron los datos del teléfono aseguran que a las 10.30 horas Bretón desconecta su móvil. Se refieren a una desconexión de la red datos, no que apagara el teléfono, lo que supone que puede hacer y recibir llamadas.

De hecho, a las 10.47 horas, según los expertos, hace una llamada a Ruth Ortiz, la madre de los niños, que no es contestada. El repetidor de telefonía más cercano lo ubica en una zona alejada de la casa de su hermana y su cuñado.

Es en este punto donde los investigadores realizan todas las pruebas posibles para demostrar que Bretón no estuvo en la casa de su hermana y tuvo tiempo de acudir a "Las Quemadillas".

Para ello realizan hasta 110 llamadas desde la puerta de la casa de su hermana con el mismo resultado. El repetidor que recoge las llamadas es diferente al que recogió las de Bretón cuando dice que estaba allí.

Era la prueba a la que se acogían los investigadores para tratar de demostrar que Bretón había mentido y que pudo ir a la finca. Una prueba que los investigadores realizaron "en estático" y "dentro de un coche".

Es decir, que si hubieran realizado esas 110 llamadas desde unos metros más allá de donde las hicieron "es posible" que el repetidor que hubiera recogido las mismas fuera el mismo que recogió la de Bretón aquel día y, por tanto, "es posible" que, efectivamente, hubiera estado en la casa.

Los siguientes movimientos que quedan registrados en el móvil son confirmados por Bretón. Sale de casa de su padres camino de la finca de "Las Quemadillas" por un itinerario "extraño", pero que se ajusta a lo que van recogiendo los repetidores de telefonía.

Una vez llega a la finca a las 13.57 horas, el teléfono móvil sufre una "desconexión de datos" y hasta las 17.49 no vuelve a dar señal, cuando ya va camino del parque.

Desde entonces, se sabe que llega a las inmediaciones del parque a las 18.02, que a las 18.05 ya ha aparcado su coche y que realiza la llamada al 112 denunciando su desaparición sobre las 18.39 horas, ¿tiempo suficiente para perder a los niños?

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