Los palestinos podrán volver a utilizar la autovía que atraviesa Cisjordania

  • La autovía 443 tiene 25 kilómetros de largo, 14,5 de los cualesatraviesan el territorio palestino de Cisjordania. Unos 40.000vehículos circulan por esa vía a diario, y todos ellos son israelíes. La 443 lleva cerrada al tráfico palestino desde la Segunda Intifada, pero el Alto Tribunal de Justicia israelí ordenó recientemente su apertura a los palestinos en un plazo de cinco meses.
Coches palestinos aparcados junto al control del paso fronterizo de Modi'in (Cisjordania)
Coches palestinos aparcados junto al control del paso fronterizo de Modi'in (Cisjordania)
Daniella Cheslow | GlobalPost para lainformacion.com
Daniella Cheslow | GlobalPost para lainformacion.com

(Jerusalén, Israel). Hace año y medio, Nabil Mohammad Alkawi, de 36 años, trasladó un camión blanco lleno de chocolate hasta el límite del pueblo de Beit Sira, al lado de la autovía. En lo que antes era un carril de incorporación, hoy hay un área de descanso para vehículos. Por la noche, se llena de clientes de Alkawi, trabajadores que llegan a horas como las 2.30 de la madrugada para poder cruzar el cercano puesto de control fronterizo de Modi'in y entrar en Israel.

Alkawi ha podido montar su pequeño negocio en este viejo ramal de acceso porque durante los últimos ocho años la autovía 443, la carretera principal entre Ramallah, Jerusalén y la ciudad de Modi'in, ha estado cerrada al tráfico palestino. El ejército cerró la carretera tras morir seis israelíes en ataques terroristas en dicha autovía durante los dos primeros años de la Segunda Intifada (2000-2005).

La incorporación de Beit Sira fue bloqueada con unas rocas gigantes. Lo mismo ocurrió en otros pueblos cercanos, donde se colocaron bloques de hormigón de varios metros, verjas de metal o basura.

Pero el Alto Tribunal de Justicia de Israel acaba de ordenar al ejército que abra la carretera a los palestinos en el plazo de cinco meses.

"Pese a entender los requisitos de seguridad, medidas como ésta, que crean una total separación entre diferentes poblaciones y que impiden a pueblos enteros utilizar la carretera generando una sensación de desigualdad", apuntó la magistrada Dorit Beinisch en su fallo a finales de diciembre.

La Asociación de Derechos Civiles de Israel (ACRI por sus siglas en inglés) denunció la situación en 2007 en nombre de Beit Sira y otros cinco pueblos aislados de la autovía. Melanie Takefman, portavoz de la organización, ha recibido con agrado la decisión judicial, que afirma que "el cierre de la carretera tan sólo ha dañado a la población local y no ha aumentado la seguridad" y añade que espera que la sentencia sirva de precedente para otros 59 kilómetros de vías cerradas al tráfico palestino.

La abogada Nitzana Darshan-Leitner vive en Hashmonaim, un asentamiento judío de 2.600 personas justo encima de la Línea Verde, y asegura que ella conduce por la autovía 443 todos los días. Fue la encargada de representar a 120 conductores de la zona ante los tribunales.

"No tenemos ninguna intención de infringir los derechos de los palestinos, pero no podemos permanecer al margen cuando vemos que se derrama sangre judía", afirma Darshan-Leitner. "Y ahí está una solución. El Ejército de Israel está pidiendo permiso para utilizarla, y el tribunal no le deja".

La autovía 443 transcurría originalmente a través del centro de varios pueblos y conectaba Gaza con Cisjordania. A finales de la década de 1980 los habitantes palestinos de la zona empezaron a apedrear los coches israelíes. Como consecuencia, Israel expropió tierra a los palestinos para desviar la carretera de los pueblos. Los palestinos recurrieron dicha decisión ante la Justicia, pero el ejército convenció a los magistrados de que la carretera era beneficiosa para la población local.

La nueva 443 se ha convertido en estos años en una ruta vital para Israel, conectando Tel Aviv con Jerusalén y ofreciendo una alternativa a los frecuentes atascos en la otra gran arteria, la autovía 1.

La  semana pasada, el Ministerio de Transportes israelí advirtió que la apertura de la 443 a los palestinos podría traducirse en una sobrecarga de la autovía 1.

Cuando estalló la Segunda Intifada, la autovía 443 se convirtió en escenario de sangrientas matanzas desde los automóviles, apedreamientos, lanzamiento de cócteles molotov y de coches bomba. Una de las víctimas fue Ronen Landau, un chico de 17 años que recibió un disparo en el hígado cuando iba con su padre en coche desde el centro de Jerusalén a su casa en el asentamiento de Givat Zeev. Ocurrió una cálida noche de julio de 2001. Un año más tarde el ejército prohibió a todos los palestinos que circulasen por esa carretera.

Un portavoz de Modi'in, Elad Shimonovich, sostiene que la prohibición era muy necesaria. "Por la noche la carretera estaba casi vacía, y la gente tenía que utilizar la autovía 1", recuerda.Modi'in, una ciudad dormitorio de 75.000 habitantes, depende en gran medida de la 443 para que sus ciudadanos puedan a acudir cada día a trabajar a la capital del país.

Tras el reciente fallo judicial, unos parlamentarios de derechas han anunciado que propondrán una medida para evitar que la autovía 443 tenga que cumplir dicho dictamen.

El urbanista palestino Rami Nasrallah, que trabaja en Jerusalén y Ramallah, asegura que el bloqueo de la carretera ha creado dos redes paralelas de transporte.

"Una es rápida, para los habitantes de los asentamientos", dice, mientras que la otra "atraviesa el centro de los pueblos y hace imposible garantizar la comunicación entre pueblos y ciudades en Cisjordania".

La reapertura de la carretera volvería a enlazar a pueblos de Cisjordania con Ramallah. Sin embargo, Jerusalén seguirá estando blindada a los palestinos sin permiso de residencia en la capital.

En las semanas posteriores a la decisión del Alto Tribunal, ACRI y la organización de derechos humanos israelí B'Tselem desarrollaron una campaña de concienciación pública utilizando un videojuego onlineque se llama "¿Cuán democráticos somos?". Los jugadores deciden si quieren construir la carretera y si bloquerían el acceso a los conductores palestinos.

"Es una situación extraña", dice Nasrallah, que trabaja en Ramallah y Jerusalén. "Toda la zona de Cisjordania se supone que está bajo el control de la Autoridad Palestina… la pregunta es ¿cómo se utilizará todo esto cuando haya un estado palestino?".

Mostrar comentarios