Los precios de las viviendas chinas aumentan en julio en 50 ciudades

  • Los precios de las viviendas en cincuenta ciudades chinas, de un total de setenta, aumentaron en julio con respecto al mes anterior, después de que algunos gobiernos locales relajaran sus controles sobre las propiedades, señaló hoy el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).

Pekín, 18 ago.- Los precios de las viviendas en cincuenta ciudades chinas, de un total de setenta, aumentaron en julio con respecto al mes anterior, después de que algunos gobiernos locales relajaran sus controles sobre las propiedades, señaló hoy el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).

De las setenta ciudades analizadas, tan sólo nueve experimentaron bajadas en los precios de las viviendas, en comparación con junio, mientras el coste en las once metrópolis restantes permaneció invariable.

El BNE indicó que, aunque en contraste con el pasado junio los precios han aumentado, la comparativa anual marca una tendencia bajista de los precios de las viviendas en 58 ciudades chinas.

En julio, los precios de las construcciones nuevas en once ciudades aumentó algo menos de un uno por ciento con respecto al pasado año, como resultado de la política nacional de aumento del control en las propiedades que China impone desde el 2010 para devolver los estratosféricos costes a un nivel razonable.

Además, el gobierno ha restringido las adquisiciones en varias ciudades y ha introducido impuestos a la propiedad.

Estas medidas tratan de frenar una temida burbuja inmobiliaria en China, al estilo de la occidental, cuando el país vive un proceso de rápida urbanización.

Con este objetivo, los mandatarios chinos han repetido en distintas ocasiones que continuarán adoptando medidas de control sobre la vivienda a pesar de la relajación del crecimiento económico.

El primer ministro chino, Wen Jiabao, aseguró el pasado día 15 que la potencia asiática "es capaz" de alcanzar sus objetivos económicos y sociales este año "a pesar de los retos domésticos y externos".

El Ejecutivo chino estableció la meta de crecimiento para 2012 en el 7,5 % del PIB durante el pleno anual de la Asamblea Nacional Popular del pasado marzo, para lo que se comprometió a reducir los monopolios estatales y a estimular la inversión no gubernamental.

En el primer trimestre, el PIB de la segunda economía mundial creció un 8,1 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, la tasa más baja desde la registrada en el segundo trimestre de 2009, que se interpretó como una señal de "aterrizaje suave" de la economía china.

China lleva frenando su ritmo de crecimiento desde comienzos del pasado año, tras un 2009 y un 2010 marcados por las políticas estatales de estímulo frente a la crisis financiera global.

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