Lisboa, 14 jun.- Los servicios fluviales que unen la capital portuguesa con la populosa margen sur del río Tajo realizaron hoy dos paros intermitentes, mientras los sindicatos ferroviarios anunciaron nuevas huelgas parciales en julio y agosto.
Las conexiones fluviales que usan para ir y volver del trabajo decenas de miles de habitantes de los núcleos urbanos al sur de Lisboa, fueron interrumpidas por dos paros en las horas punta de la mañana y la tarde.
Portavoces de las empresas afectadas, Transtejo y Soflusa, reconocieron que la paralización de sus barcos fue prácticamente total durante las protestas, de unas tres horas de duración cada uno.
Los sindicatos de ambas compañías reclaman mejoras salariales y subsidios al contrato colectivo de trabajo, pero las empresas no las aceptan por problemas económicos y presupuestarios derivados de la grave crisis que sufre Portugal.
Las líneas de transporte fluvial afectadas unen el centro de Lisboa con los puertos de las localidades de Barreiro, Cacilhas, Montijo, Seixal y Trafaria.
Los sindicatos han convocado otra jornada de paros intermitentes el próximo lunes si no hay una respuesta favorable de la empresa.
Entretanto en los ferrocarriles portugueses, que vivieron ayer su segunda jornada de huelga en este mes, se anunció hoy que los paros en festivos realizados este mes se ampliarán a los meses de julio y agosto.
Los sindicatos ferroviarios, entre ellos el de maquinistas y el de revisores y vendedores protestan por la reducción en un 50 % de los pagos en concepto de horas extraordinarias y festivos, establecida este año por una nueva normativa gubernamental.
Los ferrocarriles lusos estuvieron ayer miércoles semiparalizados por segunda vez en el mes a causa de la huelga, que afectó tanto a los servicios de pasajeros y mercancías.
La empresa pública Trenes de Portugal (CP por sus siglas lusas) informó de que el paro afectó al cien por cien de los servicios de cercanías de la capital.
En los trenes regionales, el servicio a Oporto y las conexiones con España, la incidencia osciló entre cerca del cincuenta y menos del ocho por ciento.
Los trabajadores de CP acordaron el mes pasado no trabajar en festivos ni hacer horas extras hasta conseguir sus demandas.
La protesta afecta a los servicios ferroviarios de fin de semana y, más aún, de festivos locales, como el 7 y el 13 de junio pasados.
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