Los sindicatos apuntan una huelga en la hostería de Baleares el 20 de julio

Palma, 2 jul.- Los sindicatos UGT y CCOO han presentado hoy ante la dirección general de Trabajo del Govern balear el preaviso de huelga en el sector de la hostelería de Baleares para el día 20 de julio, al tiempo que consideran que los empresarios "se han vuelto locos" por su falta de propuestas para tratar de resolver este conflicto.

Así lo ha manifestado a Efe el secretario general de la Federación de Hostelería de UGT en Baleares, Antonio Copete, que ha recriminado a los hoteleros que "solo digan que están muy preocupados, pero ni hacen nada, ni mueven ficha" para intentar alcanzar un acuerdo que haga posible la firma del convenio colectivo del sector.

Copete ha hecho hincapié en que los sindicatos han cedido a las pretensiones de los empresarios y que "ahora les toca el turno a ellos, pero no han dicho 'ni pescao frito'".

Aparte del día de protesta del día 20, UGT y CCOO ya trabajan en un calendario de más días de huelga durante agosto, que será "un mes muy caliente", ha vaticinado Copete.

Los sindicatos, que también han formalizado el aviso de huelga en el Tribunal de Arbitraje y Mediación de la Comunidad Autónoma (TAMIB), se han quejado hoy de que el Govern está "desaparecido" en este conflicto, ha criticado el responsable sindical, que ha subrayado que en ningún caso aceptarán como posible intermediario al conseller balear de Turismo, Carlos Delgado, porque ya ejerce de "portavoz" de los hoteleros.

Copete ha lamentado también que tras presentar el preaviso de huelga han intentado como "deferencia" saludar a la directora general de Trabajo del Govern, pero no les ha recibido.

UGT y CCOO han advertido de que los sindicatos no admitirán la pérdida de derechos laborales conseguidos en los últimos 35 años.

Copete ha insistido en la idea de que los beneficios que el sector está logrando por la masiva llegada de turistas a Baleares no puede traducirse en una propuesta empresarial de mejora salarial de entre un 0 y un 0,5 % y ampliar la jornada laboral a 60 horas semanales con un solo día de descanso.

Los sindicatos proponen un incremento de un punto sobre el IPC anual y calculan que la ampliación del horario podría suponer el despido de 30.000 trabajadores.