Medios argentinos preocupados por libertad de prensa en Ecuador

Buenos Aires, 28 feb.- La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) celebró hoy que "siga existiendo" el diario ecuatoriano El Universo, pero manifestó su "preocupación" por el hecho de que la libertad de prensa en ese país "dependa de la posición de un dedo y del humor de su dueño".

Adepa reaccionó de esta manera a la decisión del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de perdonar a Carlos, Nicolás y César Pérez, directivos de El Universo, y al anteriormente editor de opinión Emilio Palacio, condenados a tres años de cárcel y a una millonaria indemnización en un proceso por injurias impulsado por el gobernante.

"El pulgar levantado del presidente ecuatoriano, como si fuera el de un emperador romano, evitó que desapareciera el diario decano de la prensa de ese país, ya que los 40 millones de dólares que conformaban la indemnización superaban el valor patrimonial de El Universo", dijo Adepa en un comunicado.

La entidad señaló que "las características del proceso judicial, que en todas sus instancias derivó en condenas contra El Universo, evidencian que la independencia del Poder Judicial respecto del Ejecutivo es meramente teórica".

"Lo que hoy saben todos los periodistas y medios ecuatorianos es que el libre ejercicio de su oficio está amenazado por una probable condena que puede llevarlos a la cárcel o a la quiebra, excepto que la misericordia del presidente disponga lo contrario. Así, el terreno no puede ser más fértil para la autocensura", destacó.

El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, dijo hoy que invitará a la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), Dinah Shelton, a visitar el país para que "constate" la situación de la libertad de expresión.

El pasado 21 de febrero, la Comisión pidió la suspensión de la sentencia condenatoria para los directivos de El Universo, ratificada el 16 de febrero por la Corte Nacional de Justicia.

Correa puso su demanda el año pasado por una columna de Palacio que decía que en un futuro podría ser enjuiciado por "haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso en un hospital lleno de civiles" el 30 de septiembre 2010, cuando hubo una sublevación policial.