Millones de filipinos pobres viven “en la cuerda floja” tres meses después del tifón haiyan, según oxfam


Millones de filipinos pobres se encuentran “en la cuerda floja” y se enfrentan a la incertidumbre de cómo van a sobrevivir en los próximos años, tres meses después de que el tifón Haiyan, el más intenso registrado que jamás haya tocado tierra, asolara el centro de Filipinas el pasado 8 de noviembre.
Así lo afirma Oxfam en un informe titulado ‘Tres meses después del tifón Haiyan’, dado a conocer este jueves, donde detalla que los productores de coco, los comerciantes y los pescadores víctimas del desastre viven una “carrera contrarreloj” de lucha por su propia supervivencia.
Oxfam señala que la enorme respuesta humanitaria inmediatamente posterior al tifón que azotó Filipinas el pasado mes de noviembre ha logrado salvar miles de vidas, pero, “tres meses después, la ayuda no llega a sus víctimas más pobres: productores de coco, comerciantes y pescadores”.
En este sentido, subraya que más de un millón de familias en las áreas afectadas por el tifón vivían de la próspera industria del coco, fuente de ingresos que ha sido diezmada, por lo que dependen ahora de la ayuda humanitaria.
Oxfam recalca que los vientos de hasta más de 300 km/h asociados al tifón destruyeron más de 33 millones de cocoteros, algunos de cuales tardarán entre seis y ocho años en volver a crecer, y que las últimas cifras indican que no se ha destinado fondo alguno a dar apoyo a las familias pescadoras o de la industria del coco.
Además, el Gobierno de Filipinas proporciona “con gran retraso” la asistencia a la agricultura y la reconstrucción comprometidas, cuando el 60% de los productores de coco a pequeña escala, que ya vivían en situación de pobreza antes del tifón, sobreviven actualmente gracias a la ayuda alimentaria y económica.
“Las familias agricultoras no sólo se enfrentan a años de ingresos perdidos sino, además, a una carrera contrarreloj para despejar la tierra de árboles caídos antes de que estos vuelvan a echar raíces en poco tiempo. El serrín y la madera caída son un caldo de cultivo para plagas, en especial la del escarabajo rinoceronte, que infestará los pocos árboles en pie a menos que la tierra sea desbrozada para replantar”, explica Oxfam en su informe.
Esta labor corre peligro de retrasarse aún más por unas leyes sobre la propiedad de la tierra muy desiguales, conforme a las cuales los trabajadores agrícolas más pobres deben solicitar permiso a los propietarios de las tierras antes de comenzar a despejarlas.
“SIN TRABAJO DURANTE LOS PRÓXIMOS AÑOS”
Por otro lado, la tormenta provocada por el tifón Haiyan destrozó más de 30.000 embarcaciones, privando así a los hombres y mujeres que viven de la pesca de una fuente de ingresos segura. La mayoría de estas personas se enfrentan ahora a una posible reubicación lejos del océano.
"Millones de personas se encuentran en la cuerda floja, sin saber cómo sobrevivirán durante los próximos meses o, incluso, años. Los productores y comerciantes de coco son una parte integral de una de las industrias más productivas de Filipinas y, sin embargo, están siendo ignorados en los esfuerzos de recuperación. Sin un apoyo económico u otras opciones para conseguir ingresos, cientos de miles de trabajadores y trabajadoras cualificados y productivos se encontrarán sin trabajo durante los próximos años”, señala Justin Morgan, director de Oxfam en Filipinas.
Oxfam recuerda que más del 29% de la población afectada por el tifón dependía a finales de diciembre de la ayuda alimentaria y que, en ocasiones, más de una cuarta parte de estas personas se veía obligada a no comer en todo el día.

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