Estamos en campaña electoral, y se nota. Aunque el Partido Popular no tenga todavía candidato oficial, el 'candidato' de hoy, desde el Gobierno del PP, podría ser simplemente su 'reforma fiscal'. Una reforma que se debe aprobar de aquí a tres meses, y que gracias a la recuperación económica, para haberse convertido más en un 'café para todos' que una reforma estructural destinada ha realizar el gran cambio tributario que necesita España.
Tras los anuncios del presidente del Gobierno, en la clausura de la Asamblea Anual de Socios del Instituto de la Empresa Familiar, (IEF), en el que ha adelantado rebaja del IRPF, mantenimiento del IVA y de algunas deducciones a las empresas, no se esperaban anuncios nuevos por parte del ministro de Hacienda Cristóbal Montoro.
En la jornada 'La reforma fiscal que viene', organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y PWC, el titular de Hacienda, ha vuelto a sorprender. Y lejos de concretar en torno a algún anuncio del presidente, ha sembrado la confusión al asegurar que no "renuncia" a incorporar en la reforma fiscal con tasas como el llamado "impuesto negativo sobre la renta".
El ministro se refería a los beneficios fiscales, actualmente vigentes e introducidos en 2003 cuando él mismo era titular de la cartera de Hacienda, y con los que benefician a las mujeres que acaban de ser madres y se reincorporan al trabajo. Esa fiscalidad negativa consiste exactamente en una deducción de 100 euros al mes, para aquellas que vuelvan al trabajo, con niños de hasta 3 años. Esa deducción, 1.200 euros anuales (independientemente de su salario), se puede cobrar de forma adelantada, 100 euros al mes, al pedir el modelo 140 de Hacienda.
"Estamos en disposición de repetir esto", ha asegurado. "Estamos en disposición de hacer un impuesto nuevo, un impuesto diferente, con impuestos negativos sobre la Renta como el caso de la mujer que después de ser madre vuelve a trabajar". "En esta reforma tributaria nueva no les quepa ninguna duda de que vamos a seguir en la misma senda", agregó.
Sin embargo, el ministro no ha concretado de qué impuesto se trataría y a qué estaría enfocado. De hecho, afirma no haber visto ningún borrador de la reforma fiscal todavía: "Todavía no he visto el primer borrador de la reforma fiscal. Cuando yo veo un borrador es que ya está muy maduro", se ha disculpado durante su intervención.
"Vamos a volver a intentar introducir elementos que pueden ser muy significativos en nuestro sistema tributario", se ha limitado a concluir en su intervención, para después negar en los pasillos, preguntado por los periodistas, "que hubiera novedades". Son, como él mismo ha dicho planes ambiciosos en el IRPF, pero alejados de las sugerencias de la comisión Lagares (el informe de la Comisión de expertos sobre la reforma fiscal) que en ningún momento habla de fiscalidad negativa, y como 'guiño' a las familias se limita a sugerir una revisión significativa de los mínimos personales para familias con hijos.
Se avecinan elecciones, ni el ministro ha visto todavía un primer borrador de la reforma, pero en el Ejecutivo, todo el mundo asegura que gracias al crecimiento, en breve podremos costear de nuevo, deducciones para unos y otros.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios