Ni bautizos, ni bodas, ni comuniones; los funerales, la actividad litúrgica más solicitada a la iglesia católica


Ni bautizos, ni bodas, ni comuniones. Los funerales y las confirmaciones son las dos actividades litúrgicas de la iglesia española que han crecido en los últimos años. Mientras en 2010 se celebraron 309.458 exequias, en 2011 la cifra se elevó hasta las 386.017. Asimismo, en 2010 se confirmaron 100.006 creyentes, y en 2011 lo hicieron 9.261 más, según datos aportados este jueves en la Memoria Justificativa de Actividades de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
En el capítulo de bautizos, la tercera actividad litúrgica de la iglesia, se ha producido una caída importante. Mientras en 2010 pasaron por la pila bautismal casi 350.000 personas (349.820), en 2011 lo hicieron 292.143, siempre según los datos aportados por la CEE.
También hay un descenso en las primeras comuniones. En 2010 se celebraron 280.654 y en 2011, casi 30.000 menos, 250.916. Las bodas católicas también siguen cuesta bajo. En 2010 se casaron por la iglesia 74.289 contrayentes y en 2011 pasaron por el altar 67.313.
Otro de los datos que aporta la memoria que la auditora internacional PwC ha realizado para la CEE, "con el fin de dotar de una mayor transparencia a los asuntos económicos de la Iglesia", se refiere al número de personas que en 2011 asistieron regularmente a misa. La cifra es de 10 millones y se celebraron más de nueve millones de eucaristías.
Respecto a los datos económicos diocesanos, el documento asegura que las aportaciones directas y voluntarios de los fieles son la principal fuente de financiación de las diócesis y suponen más de un tercio de los recursos de los que éstas disponen.
Estas aportaciones voluntarias se mantuvieron en 2011 y las suscripciones periódicas experimentaron un crecimiento por encima del 8%.
El Fondo Común Interdiocesiano en 2011 se constituyó con un total de 233.684.000 euros. De esta cantidad, 33.369.000 euros se destinaron a fines generales, como la Seguridad Social de sacerdotes y obispos; a centros de formación eclesiásticos; a la Conferencia Episcopal Española; a diversas actividades pastorales realizadas tanto en el ámbito nacional como en el extranjero; a la Conferencia de Religosos; a la ayuda a las diócesis insulares y a instituciones de la Santa Sede, entre los que destaca el Óbolo de San Pedro y la Tribunal de la Rota. Los 197.720.000 restantes se distribuyeron a las diócesis, en función de sus necesidades generales.
La CEE concluye que en 2011 la iglesia asistió en sus necesidades más básicas a más de 4,3 millones de personas en España.

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