Los 27 estados que conforman la Unión Europea (UE) dieron su visto bueno este jueves a que los ciudadanos extranjeros con un permiso de residencia y trabajo puedan cambiar de empleador con unos trámites más ágiles que los actuales, con el fin de "mejorar aún más la protección de los trabajadores de terceros países".
Los Veintisiete acordaron que este paso pueda hacerse previa notificación o solicitud a las autoridades competentes de cada Estado, en una medida que forma parte de la posición común que el Consejo de la UE (gobiernos nacionales) ha acordado para negociar la revisión de la Directiva sobre el permiso único.
La reforma de esta legislación, propuesta el año pasado por la Comisión Europea, pretende que la validez del permiso de trabajo y residencia de un trabajador extranjero no dependa del hecho de estar vinculado a un único empresario o empleador en concreto. Durante una reunión en Luxemburgo de ministros del Interior y de Migración de los Veintisiete, la presidencia sueca del Consejo de la UE apoyó la necesidad de reformar esta Directiva creada en 2011, gracias a la cual los trabajadores extranjeros reciben a la vez la autorización para trabajar y residir en la UE.
Distintos objetivos en la revisión
"El objetivo de la revisión es atraer el talento que la UE necesita mediante la simplificación del ámbito de aplicación de la directiva, la racionalización de los procedimientos, el refuerzo de salvaguardas y la igualdad de trato de los nacionales de terceros países", subrayó la ministra sueca de Migración, Maria Malmer Stenergard, que presidía la reunión comunitaria.
El Consejo de la UE apuntó que "más derechos para los trabajadores de terceros países y su igualdad de trato en comparación con los trabajadores de la UE deberían reducir la explotación laboral" y esgrimió en un comunicado su deseo de que la revisión "impulse" la captación de trabajadores cualificados. La reforma planteada de la Comisión presenta ciertas salvaguardas para denegar un cambio de empresario o de empleador para un trabajador extranjero en la Unión, supeditando la permuta a una comprobación de la situación del mercado laboral y al hecho de que el cambio de empleador no suponga un cambio drástico en el tipo de actividad profesional que desempaña el trabajador.
En caso de pérdida del empleo, el Consejo de la UE acordó que los trabajadores de terceros países puedan seguir en el territorio del Estado miembro donde residen si el período total de desempleo no supera los dos meses durante la vigencia del permiso único. Esta posición difiere de la manifestada el mes de marzo por los eurodiputados del comité de Libertades Civiles del Parlamento Europeo en un informe, donde por mayoría respaldaron un período de margen de al menos nueve meses para que los trabajadores extranjeros parados puedan encontrar un nuevo empleo.
La propuesta inicial de la Comisión Europea, en cambio, situaba este período en los tres meses, uno más que los acordados este jueves por los gobiernos de los Estados reunidos en el Consejo. La posición conjunta entre los Veintisiete alcanzada hoy servirá de base para que el Consejo negocie con el Parlamento Europeo el texto legislativo definitivo de la reforma de la Directiva sobre el permiso único, una vez el pleno de la Cámara fije su posición. Los últimos datos disponibles de la oficina comunitaria Eurostat indican que, en 2021, los países de la UE expidieron más de 2,9 millones de solicitudes de permiso único.
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